jueves, 27 de noviembre de 2008

NOT QUITE HOLLYWOOD: THE WILD, UNTOLD STORY OF OZPLOITATION!

Hay que ser bastante cinéfago para gozar "Not quite Hollywood: the wild, untold story of ozploiation!" dada su limitada temática (limitada en lo referente a la cantidad de audiencia que pueda interesarle), se trata de un documental que repasa de pe a pa el cine exploitation producido en Australia, desde finales de los 60, con especial énfasis en los 70, y llegando a nuestros días. En general, viene dividido en tres partes, cine de tetas (¡¡y menudas son!!), horror y acción. Se repasan los "clásicos", como "Patrick" o "Mad Max" (y, esa sí es buena, se tocan de refilón sus plagios Italianos), los más segundones (la mítica "El imperio de la muerte". Su realizador, Brian Trenchard-Smith, es casi como la estrella del docu) y cosas ya no tan significativas, pero que, sin embargo, llegaron a estas tierras en su momento, como "En busca del avión perdido", "Los Bicivoladores" o "Sky Pirates" (rebautizada por uno de los entrevistados como "Indiana Jones y el templo de la basura").
Los invitados a parlotear son muchos, y no todos gente del cine Australiano. Obviamente, el que más destaca es Quentin Tarantino, por su verborrea entusiasta, le siguen Jamie Lee Curtis, Dennis Hopper, Stacy Keach, George Lazenby, Steve Railsback o cineastas como Philippe Mora (divertida la parte en la que se dedican a hablar de su -terrible- "Aullidos 3"), Russell Mulcahy (por "Razorback, los colmillos del infierno"), el inevitable George Miller (aunque nada dicen de "Mad Max 2"), Greg Mclean (por su "Wolf Creek" básicamente, aunque también por "Rogue" que tuvo un precedente de suculento aspecto, "Dark Age") Ted Kotcheff (el de "Acorralado"), Richard Franklin ("Patrick" y "Link"), James Wan ("Saw", que confiesa inspirarse muy mucho en una secuencia de "Mad Max" para la esencia del primer film sobre las andanzas de "Jigsaw") y Jamie Blanks (dire de "Leyenda Urbana", de "Storm Warning", que tiene pinta de ser cañera y del inevitable remake de uno de los clásicos del cine Australiano, "Long Weekend").
Precisamente, puede que Blanks no sea un gran realizador... pero desde luego se merece una medalla por ser uno de los montadores del documental, y es que si en algo destaca "Not quite Hollywood..." es en su montaje, su aspecto visual, es innovador, rompedor, muy moderno y, en una palabra, genial. Hasta cierto punto puedo afirmar sin rubor que chupa un poco de la moda odiosa / fascinante nacida a raíz de "Grindhouse" que consiste en jugar con la estética del cine "exploit" de los 70, incluidas sus imperfecciones en el celuloide. Además, las imágenes de los films comentados (por norma, sus escenas más llamativas) pasan a velocidad de vértigo, con los efectos sonoros magnificados y acordes a lo que se habla. Es difícil de explicar, basta decir que es lo mejor de la película.
Altamente recomendable.