jueves, 1 de enero de 2009

YO, EL VAQUILLA

Con el tema de la prensa especializada, a este tipo de películas que tenían como exponentes potenciales a Eloy de la Iglesia y Jose Antonio de la Loma, se le bautizó con la etiqueta de “Cine Quinqui”. Bueno, la etiqueta no está mal puesta, porque según el diccionario de la real academia, un “Quinqui” es una persona de ambiente marginal. Pero también es una palabra que proviene de la palabra “quincallero”, que es el que recoge la quincalla. ¿Que qué es la quincalla? Pues la chatarra. Y que yo sepa, en estas películas, salvo “El Lute” y el protagonista de la que nos ocupa “El Vaquilla”, al resto no se les ve recoger ni fabricar mucha quincalla.
A lo que voy es que, hasta que no empezaron a escribir sobre estas películas protagonizadas por delincuentes reales 
en fanzines y revistas, no se les llamaba “de cine Quinqui”, si no mas bien “películas de maleantes”. O, al menos, así lo hacía mi padre. Por otro lado, yo soy fan de este material, y llevo días repasando algunas de ellas, así que, en adelante, me referiré a estas como “películas de maleantes”.
Bien, pues "Yo, el Vaquilla", que ahora acaba de salir (por fin) en DVD y he comprado sin importarme el abusivo precio, se rodó en una época en la que las películas de maleantes ya estaban perdiendo toda la fuerza y comercialidad de la que años antes gozaron, estamos hablando de 1985. Y aunque, a mi parecer, es de las mejores de cuantas se hicieron, la verdad es que, una vez vistas las anteriores, esta no tiene demasiado sentido. Las películas de "Perros Callejeros", aunque protagonizadas por “El Torete”, ya contaban las andanzas y fugas de “El Vaquilla”, con lo cual, en esta, vemos lo mismo de siempre: Tirones, atracos, persecuciones y tíos de treintaytantos años, payos, haciendo de gitanillos de dieciséis.
Lo que hace atractiva a esta peli, realmente, es el rol de narrador que le dan al propio "Vaquilla", que se supone está en la cárcel y es entrevistado por un periodista, para así dar pie al argumento. El ver al "Vaquilla" contando su historia con esa forma de actuar tan antinatural, hace que nos partamos el culo. Y mas cuando suelta frases profundas, que jamás de los jamases saldrían de la boca de semejante elemento.
En el reparto tenemos a un entrañable Frank Braña, al que se le da muy bien hacer de gitano, creo que en el primer papel en el que no está doblado y podemos oír su voz.
En la dirección, José Antonio de la Loma y José Antonio de la Loma Jr. que quería seguir los pasos de su puñetero padre. Hay quien dice que estas “películas de maleantes” son el equivalente Español a las de “blaxploitation”. Yo a todos esos les digo que no tienen ni puta idea ni de esto, ni de nada. ¿qué tendrá que ver un gitano de la barranquillas con un detective negro que sabe kung fu, mete hostias como panes y tiene un arsenal a su disposición...? Cuanto daño han hecho algunas revistas.