viernes, 13 de marzo de 2009

COSA DE HEMBRAS

Posiblemente "Pink Flamingos" sea la película más conocida y extrema de John Waters, pero está sobrevalorada. La buena, la que mola de verdad, es sin duda esta "Cosa de hembras". No salen ojos del culo abiertos, no salen gallinas muertas ni nadie come mierda, pero está mucho más entretenida que la obra magna de Waters. Y cuando digo lo de los ojos del culo, lo de las gallinas muertas y lo de comer mierda, lo digo porque, a priori, es lo único que en su momento podía llamarme la atención del cine de John Waters. Con los años he aprendido a valorarlo de otra forma, pero cuando era un tierno adolescente sí me atraían sus películas por las bizarradas. Y en esta, aunque las había, no eran tan burras. Por eso con quince años adoraba "Pink Flamingos" y, sin embargo, "Cosa de hembras" tan solo me parecía correcta. Hoy las tornas se cambian.
Dawn Davenport es una jovencita mal educada que, tras ser violada por un mecánico, queda embarazada y sola en la vida. Para subsistir, tiene que currar de día, hacer de stripper y prostituirse por la noche, llegando incluso a delinquir. Con el tiempo, acaba en un absurdo salón de belleza en el que el único requisito para ser atendida es ser extremadamente hermosa, y los dueños del salón piensan que ella es la más hermosa de todas, especialmente el día que le desfiguren la cara.
Que película más buena. Y es que al sensacional tufo amateur que desprende todo su metraje de 16 mm hay que sumarle las dosis de violencia que contiene y, sobretodo, el humor absurdo, además de, como no, las bizarradas (muerto de risa me quedé cuando Divine y su marido hacen el amor, y este le mete una zanahoria en la boca sin mas intención que la de divertirse).