"Wrong Turn 3" es una modesta peliculilla perfectamente visible que incluso supera tímidamente a su predecesora (es decir, la dos), aportando algunas pequeñas ideas que se salen de la rutina habitual de este tipo de productos.
Hagamos un poco de memoria: El leitmotiv de la saga es una interminable familia de deformes lugareños con predilección por la carne humana, a la que cazan y cocinan como si fueran animales. En este caso el alimento viene en forma de presidiarios en plena fuga, algunos de ellos incluso más malos que el propio psycho-killer (en este caso es uno, acompañado de otro más joven), lo que dará pie a una lucha sin cuartel en la que no sólo los fugados (más un par de polis y una churri) recibirán yoyas, tiros y otras putadas.
De todas formas, lo mejor de "Wrong Turn 3" está en la secuencia de apertura, cuyo fin es impactar y enganchar al espectador... y joder si lo consiguen. De buenas a primeras te plantan ante los ojos a una moza de increíble aspecto y no menos increíble tetismo que, en cinco minutos, sufre el esperado flechazo a través de la cuenca del ojo (y a través del seno) habitual ya de la franquicia. A este crimen, le siguen un par más generosamente sangrientos, especialmente el segundo, francamente brutal. Y es que aunque la truculencia asoma a ratos contados en "Wrong Turn 3", cuando lo hace es de modo genuinamente salvaje y gráfico... lástima que parte de ella sea en CGI, pero ya estoy comenzando a acostumbrarme.
¿Para cuando una cuarta?.