
Para ser justos hay que decir que el ritmo del piloto es pausado, incluso lento, pero al ser la primera toma de contacto hay que reflejar las consecuencias de una invasión zombie, así como el sentimiento de Rick Grimes de soledad. Rick es el protagonista, un policía con problemas matrimoniales que ha sido herido en un tiroteo y ha entrado en coma. Al despertarse en el hospital, se encuentra todo patas arriba, ve miles de cuerpos en el patio pero no sabe exactamente que ha ocurrido. Solo puede pensar en su mujer Lori y su hijo Carl, así que se dirige hacia su casa, pero no encontrara a nadie allí. Sin embargo un padre y su hijo que viajaban hacia Atlanta le salvan de ser atacado por un zombie y le explican como han llegado hasta esa situación. Al comentarle que en Atlanta se había organizado un punto de reunión seguro, Rick intuye que su familia se dirigió hacia allí. Ahora tiene un objetivo, llegar a Atlanta y encontrarse con ellos.
Si, hay zombies, y con unos maquillajes espectaculares, pero como se ha dicho en mil y un entrevistas y anuncios, los no-muertos no son lo importante, simplemente son la excusa para tener un escenario post-apocaliptico. La verdadera chicha de la serie se encuentra en las relaciones de los personajes, algo que también sucedía en el comic. Esto supone momentos emotivos y duros ¿Serias capaz de matar a un zombie que era tu esposa? Parece que la respuesta obvia es si, pero estando en situación la cosa es mas jodida. La serie ha arrancado muy bien, cierto lo del ritmo pausado, pero asi es mejor, no habrian respetado el comic si estos zombies corrieran y fueran frenéticos, además para eso ya esta 28 días después y su secuela.
Esto es The Walking Dead, y que dure.