lunes, 29 de octubre de 2012

FLU BIRD HORROR

Productoras a posteriori tan conocidas como “The Asylum”, o la que nos ocupa, “Nu image”, que tras volverse medio grande con su filiar para salas de cine “Mullenium”, han encontrado en la televisión por cable el medio natural donde más agusto se encuentran.
Así nos topamos con este telefilm, que a priori puede parecer una vulgar pantomima impuesta al igual que cosas como “Birdemic”, pero que no lo es. Se trata de una producción muy seria, y que se toma muy en serio a sí misma. Vamos, que no es intención de la productora el causar la risa. Claro que tecnicamente, la película no es ningún fiasco. Es una serie B más que respetable en ese sentido. Así que tenemos a unos pajarracos la mar de feos y con traza de prehistoricos, que se dedican a comerse a la gente, y si no la matan, es lo mismo, porque ya lo hará su sucia gripe aviar.
Así que mientras tenemos a media policía y a los medicos en estado de alarma por estos hechos, en una cueva de un bosque se refugian los presos de un reformatorio que se las verán y desearán para acabar con los malditos pajarracos mientras sueltan diálogos de lo más inteligentes (es ironía).
Bueno, pues es una peste de película, aburrida, tonta… la estúpidez más grande que puede uno hecharse a la cara.
Porque es que la cosa tiene gore, los pajarracos no están del todo mal hechos, ni en su forma animatrónica, ni en su versión c.g.i, pero es que es todo muy tedioso y gilipollesco.
Dos subtramas sin interés alguno, más un grupo de “teens” conflictivos, que parecen todos salidos de un colegio católico y que nunca han roto un plato. Una soberana tontería, sin ningún aliciente para verla más allá de la curiosidad que genere en un principio.
Además, pasado el terror colectivo de la gripe Aviar en 2004, que se saldó con películas como “Gripe Aviar: virus mortal”, no se a cuento de qué años después hacen una película con esta temática, cuando el tema ya no está ni de actualidad. Y que los pajarracos sean tan monstruosos, es para mear y no hechar gota. Varios guionistas hicieron falta para esta tontería, e incluso se necesitó de un director, el tal Leigh Scott, que es también el responsable de las Asyladas “Transmorphers”, “Hillside Canibals” y la mas o menos reconocida (es un decir) “Frankenstein Reborn”.
En fin, carroña para las retinas.