Por si alguno no lo sabe, Silent Hill es una saga de
videojuegos de terror, que para el que escribe esto es la mejor en su género.
Cierto, que como los dos primeros juegos no hay ninguno y que los que siguieron
no son tan buenos, aunque la tercera parte, en la que se basa bastante esta
película, tenía un buen pase y es de los Silent Hill menores, el más grande de
ellos. El primer juego apareció en 1998 para la Playstation 1. Las limitaciones
de la maquina hacían que los fondos aparecieran borrosos y una especie de
niebla ocultase lo que estaba a unas decenas de metros del personaje que
controlamos. En vez de volverse locos en arreglar la situación, los diseñadores
decidieron aprovecharse de este “fallo” de la máquina para envolverlo todo de
una gruesa niebla que no nos dejaba ver a los enemigos hasta que ya casi los
tenemos encima, lo que provocaba tensión y acojone en el jugador. Esta
situación junto a la maravillosa música compuesta por Akira Yamaoka, más un
argumento de sectas, monstruos y pueblo fantasma, dotaron al juego de una
identidad que se ha continuado manteniendo en las siguientes entregas. Un
problema se convirtió en lo más reconocible del juego, bravo.
La competencia de Silent Hill fue Resident Evil, a estas
alturas de las dos sagas, Silent Hill sigue siendo un juego más de atmosferas,
y Resident Evil un juego más de sustos y en las últimas dos entregas de acción
pura y dura. Como Resident Evil saco películas que no funcionaron nada mal en
taquilla, a pesar de ser todas ellas basura (la ultima que vi fue la 3 y me
sentí tan insultado en mi inteligencia que no he visto ninguna de las que le seguían) pues desde
Konami, la productora de Silent Hill, se metieron en el fregado de pasar su
juego al cine. La primera parte ya la reseñe aquí, y esta secuela parte
directamente después del desenlace de su precuela.
Rose ha salvado a su hija adoptiva, Sharon, de las garras de
la secta que controla Silent Hill. Ha descubierto una forma de escapar del
pueblo maldito pero solo puede salir una persona. Asi que decide mandar a su
hija al mundo exterior y quedarse ella atrapada allí. Christhopher, su marido
se encuentra en la situación de tener que proteger a su hija, ya que varios
miembros de la secta de Silent Hill están en el mundo real y pretenden secuestrar
a Sharon. Así, padre e hija se mudan constantemente e incluso cambian sus
nombres. Ahora se hacen llamar Harry Manson y Heather Manson (enlazando así con
el primer juego, ya que el protagonista se llama Harry Manson, y con el tercero,
cuya protagonista se llama Heather) Cuando Harry es secuestrado por la secta,
Heather, junto con un compañero de la nueva escuela en la que ha empezado a
estudiar, ponen rumbo al pueblo maldito. Allí Heather tendrá que esconderse de
monstruos deformes, enfermeras no-muertas y un sinfín de bichos espeluznantes,
entre los que el rey del cotarro es Cabeza de Pirámide, un tio inmenso con un
casco enorme con forma de pirámide que porta un cuchillo de enormes
dimensiones. Todo es enorme y gigantesco en Cabeza de Pirámide. Entre medias,
la secta que quiere atrapar a Heather para “dar a luz” al nuevo dios, pero
claro, a cambio de la vida de esta.
En esta secuela hay muchos guiños a otros personajes de la
saga de juegos, que únicamente quien los jugara los encontrara, pero que
tampoco molestan a los profanos, vamos que no vas a perderte nada por no
haberlos jugado. La película se estreno en cines 3D y buena cuenta de ello dan
las escenas en las que los cuchillos o trocitos de partes de monstruos se
lanzan contra la pantalla. No son muchas, pero las hay, y es que había que
aprovechar el tirón de las 3D mientras aun estaban de moda (algo que creo ya ha
pasado) El maquillaje está bastante bien en las criaturas, pero no así en otros
aspectos como los niños (los siempre imprescindibles niños del cine de terror)
en el que parece que vayan pintados como un oso panda, y que les han hecho el
maquillaje en un taller de pintar caritas, bien sean de animales, de Peppa Pig
o de princesa Disney. Vamos que ese maquillaje más que aterrar, da un poquito
de lastima y hace que la ambientación en ese momento baje muchos enteros. La
película no es una serie B, pero hay momentos, sobre todos en los escenarios,
que se ve como un pelín cutre, como que toda esa suciedad está muy calculada
para que este ahí tirada, como si todo estuviera hecho para ser feo, pero
“viéndose el cartón”. Esa ambientación estaba mucho mejor conseguida en la
primera parte, aun así, no se puede decir que aquí sea del todo desastrosa. De
los actores solo nombrare a Sean Bean, que repite el papel que hizo en la
primera parte. Sobre Sean Bean pesa esa leyenda (y no tan leyenda) de que sus
personajes siempre mueren en pantalla, pues bien en esta película….. la ves si
quieres saberlo, juajuajua (risa malvada)
El punto fuerte del filme es, y por primera vez el titulo
dice la verdad, en las revelaciones de todo. En esta secuela explican el origen
de la maldición del pueblo, quien es Heather (Sharon) y lo dejan todo muy
mascadito, no sea que alguien se vaya a perder. Por una vez esto es un acierto.
Silent Hill, los videojuegos, siempre han jugado mucho con las metaforas, dejando
a veces al jugador sin saber exactamente qué es lo que está haciendo realmente
(aconsejo que os leáis en la wikipedia todo el análisis que se hace de la
segunda parte del juego, ya que la mitad de las cosas yo no las pille al
jugarlo, pero que tiene todo el sentido del mundo lo que ahí se dice)
En definitiva, Silent Hill Revelation 3D, es una secuela un
pelín por debajo de su anterior filme, pero que cumple lo que promete, explicar
y solucionar lo que ocurrió en la anterior película. Al igual que la primera
parte, creo que lo que nos llego a los cines es una versión censurada, tipo el
remake de Las colinas tienen ojos de Alexandre Aja, esto es cortar segundos de
las escenas más truculentas, y me da que hasta la eliminación de una escena
completa. Yo no esperaría la versión sin censura, porque a saber si llegan a
lanzarla en DVD en algún momento, y menos por estos lares.