viernes, 18 de abril de 2014

SEDUCIDOS Y ABANDONADOS

El actor Alec Baldwin y el director James Toback (que, a mi humilde parecer, no ha hecho nada realmente destacable a lo largo de su carrera) unen esfuerzos para parir un documental sobre lo mucho que cuesta -sobre todo, hoy día- reunir los dineros para tirar adelante una película medianamente digna (en cuanto a medios). Para ello, inventan un proyecto así como de drama erótico y se las piran al Festival de Cannes. Allí, entre charla y charla con productores y posibles inversores (entre ellos unos cuantos ricachos), también se reúnen con bastantes rostros reconocibles del mundillo (actores y directores) y les preguntan sobre sus experiencias y, ya de paso, sus orígenes. El resultado es de lo más entretenido y estimulante.
Desconozco cual es la verdadera finalidad de "Seducidos y abandonados", pero casi parece confeccionada para desanimar a todo aquel que pretenda apuntarse a la industria del séptimo arte. La de culos que has de lamer y la de rechazos que has de soportar dignamente superan en número e intensidad a cuando sales por ahí con calentón y ganas de follar... francamente, no sé si yo sería capaz de pasar por esta mierda (y por la otra!).
Haciendo gala de un ritmo endiablado (sobre todo para la vista, hay momentos en los que la pantalla se divide en tantas subpantallas que al final te pierdes, algo a lo que contribuye el seguimiento de los subtítulos) y un amplio sentido del humor (el colega Baldwin resulta ser todo un cachondo) -a pesar de que, esencialmente, lo que cuenta es muy trágico-, la tendencia general es de lógica nostalgia, a "cualquier tiempo pasado fue mejor". Todos se lamentan de algo que ya sabemos, que en los 70 Hollywood era mucho más valiente y arriesgaba poniendo guita en proyectos innovadores y diferentes. Lo que parecen olvidar es que, precisamente, un exceso de aquellos, y el desmedido ego de muchos de sus responsables, fueron los que se cargaron a la gallina de los huevos de oro.
Todo este lloriqueo sería algo más cargante (que principalmente viene de boca de, obvio, los más mayores) si no fuese por la cantidad de joyitas que algunos sueltan. Así de memoria son especialmente interesantes los parlamentos de Martin Scorsese, Roman Polanski y Ryan Gosling (tremenda la anécdota del avión). Luego están los que se sinceran sin tapujos y aparecen mucho más vulnerables y humanos de lo acostumbrado, como James Caan (quien reconoce que su carrera básicamente está ya muerta) y Francis Ford Coppola. Aunque lo más cachondo es oir hablar a los productores y posibles inversores, sus escaqueos, sus quejas y, sobre todo, sus absurdas demandas y su cruda sinceridad respecto al estatus de los actores que James Toback propone para su supuesto proyecto (el mismo Alec Baldwin es calificado despectivamente como "actor de televisión"). El más jefe de todos es Avi Lerner, co-capitoste de "Nu Image" y al que le importa una mierda soltar que solo quiere ganar pasta, que no lee los guiones de sus producciones (eso lo explica todo) y calificar al cine "de autor" propio de Cannes como "películas que solo van a ver las madres y hermanas de los que las han hecho". Brillante.
Sorprende ver que la mayoría de los productores se apuntan a la aventura -sin demasiadas dificultades- aunque su ofrecimiento nunca supera los cinco millones de dólares. Cifra esta que Toback considera insuficiente. No sé, a mi no me parece tan miserable para un drama intimista... pero ¿qué sabré yo?.
En el lado malo, pues la tendencia del documental a echar mano de referencias respetables (grandes clásicos, grandes poetas y pensadores, grandes nombres del séptimo arte), despreciando todo aquello que se sitúe a un nivel más comercial/popular, como las pelis basadas en comics o videojuegos, a las que por ahí alguien sitúa en un poco generoso renglón. Lo de siempre.
Pero vamos, que esa es mi única queja y viene condicionada por mis apetencias consumistas, porque en realidad "Seducidos y abandonados" está muy bien, es entretenido, es instructivo, es divertido, es patético (en el fondo no deja de ser un berrinche de aquellos que no logran alcanzar la cima o la han dejado atrás... o, peor, de los que lo tienen todo y, aún así, lloran) y ha conseguido lo imposible, que le pierda un poco de asco a Diablo Cody. Eso tiene mérito.
Muy recomendable.