Nada nuevo en el horizonte en lo referente al cine de terror
independiente y festivalero. Es todo un quiero y no puedo. Da gusto comprobar como en este
terreno, el mainstream, está dando por el culo a lo independiente. Amparados en
los bajos presupuestos, estos, la mayoría de las veces en lugar de sacar jugo a
su falta de recursos, lo que hacen es camuflar su material de un lirismo y una
pedantería de la que en realidad carecen. Pero llegan las majors y con ese
mismo presupuesto, te hacen un “Paranormal Activity”. Sin embargo los jóvenes
independientes abogan por el rollo "Emo" en sus pelis.
“Los Hamilton”, es una de las primeras películas exportadas
del “After Dark Horror Fest”, que si bien es cierto que en un principio dio un
par de títulos entretenidillos, a rasgos generales, alberga lo peor del terror
independiente americano.
Cuenta la historia de una familia compuesta por hermanos, a
los que, tras la muerte de su madre, parece habérseles ido la pinza y
secuestran chicas a las que, en un sótano, desangran y asesinan. Uno de los
hermanos, menos afectado mentalmente, baja de vez en cuando a dar de comer y
beber a las chicas secuestradas e incluso se plantea rescatar a una de ellas,
mientras los hermanos comenten incesto o se cargan al vecindario. Cuando la película
parece que es una especie de “Psycho Killer –Emo” (sufro mucho, doy mucha
penita), esta pega un giro y resulta que no, que no son enajenados mentales,
sino vampiros, y el joven que parece estar menos zumbado, simplemente tiene las
dudas existenciales de cualquier vampiro adolescente, antes de matar a su
primer víctima. A eso añádanle, que en el sótano tienen una extraña bestia.
Vale, resulta que son vampiros. Y yo me pregunto ¿Cómo
justificas los comportamientos de enajenado mental que tienen los protagonistas
hasta que nos decís que son vampiros? ¿o es que son vampiros con problemas
mentales? Ahora, cuando se nos desvela que son vampiros, estos ya no actúan
como zumbadotes. Menuda puta mierda.
El problema de estas pelis, no es la falta de presupuesto o
de ideas. No en este caso, porque la idea de meternos por los ojos una peli de
psicópatas y al final indicarnos que no lo son, sino que son vampiros, es una
puta mierda, pero a rasgos generales, lo que ocurre es que sus directores no
saben mantener un ritmo, lo que cuentan no da para un largo, así que el
aburrimiento se apodera de todas estas películas… y yo mientras las veo, tengo
que mirar mi móvil, no sea que me haya llegado un nuevo mail, o algo más
interesante. En este caso, el aburrimiento torna a la película, por momentos,
insoportable.
También “Los Hamilton”, sin llegar a ser ridículo ni
abordando la comedia involuntaria, si que es cierto que tienen que recurrir a
viejos trucos de la serie Z, como llenarle la boca a los actores con sangre
artificial, para que la suelten sobre sus partenaires cuando simulan morderles.
Como en “El lago de los muertos vivientes” de Jean Rollin, pero con algo mas de
cuidado al hacerlo.
Y como es de 2006, es inevitable que la película se subiera
al carro del “Torture Porn” dándole este tono al look de las escenas del
sótano, aunque esta sea una peli de vampiros. Pero nada. Muy mala.
Dirigen Phill Flores y Mitchell Atieri, que firman sus
trabajos conjuntos como “The Butcher Brothers” (como si trabajaran en un
mercado de abastos, no te jode…) que acto seguido se hicieron cargo del remake
de “Inocentada sangrienta”, y que, aunque poseen más trabajos, lo cierto es que
no han trascendido más allá de sus fronteras. En este caso me imagino por qué.
El relativo éxito de algo tan liviano y sereno como “Los
Hamilton”, generó una secuela, ya en plan Tarantino titulada “The Thompsons” y
que ya debe dar vergüenza ajena.