La semana pasada vi que tanto la primera parte como la
segunda llegaran el 8 de Septiembre a los cines españoles. Sera una sesión continua,
si pagas 5€ podrás ver una de las dos películas, y si pagas 8 podrás ver las
dos del tirón. Desconozco si las van a doblar o serán en V.O.S, no lo indican
por ningún lado. Tampoco parece que vayan a repetir la experiencia, es decir
solo es posible pre-comprar la entrada para el día 8, por lo que no se si les saldrá
a cuenta doblarlas. Aunque supongo que como pretenderán luego venderlas en DVD,
lo más seguro es que esten en la lengua cervantina. Cuento esto porque me gustan
este tipo de eventos dedicados a los fans, y porque las sesiones continuas son
algo que ya raramente se ven, pero no creo que acuda a verlas al cine, ni creo
que las compre en DVD, y es que de la primera parte de este live action dije que
me pareció un poco decepcionante, con esta segunda parte no puedo ser tan benévolo,
directamente diré que es despropósito.
Continuación directa de la primera parte, no contare en que
punto empieza ya que seria “estropear” el final de la primera pero digamos que
el protagonista, Eren, esta en una situación peliaguda. De allí será rescatado
por un Titán y posteriormente puesto en conocimiento del
origen de estos seres. En paralelo, Armin y los pocos que quedan de la escuadra
de la primera película, deciden ir y completar su misión de tapar el agujero
que hay en la primera muralla. Como ya nos les quedan explosivos, planean mover
la antigua bomba en la que Armin, Eran y Mikasa jugaban cuando eran más jóvenes.
Llegan allí previo enfrentamiento con una guerrilla de humanos que pretenden
derribar la segunda muralla y permitir que los Titanes causen un genocidio. Se
reencuentran con Eren, se enfrentan a los
antagonistas y fin.
Titanes hay, pocos y muy mal hechos pero los hay. Y cuando
digo que están mal hechos me quedo corto, son de la calidad de los enemigos de
los Power Rangers, gomaespuma que simula huesos extracorporales que se menean
cuando se mueven y dan saltos, muy cutre. Y ya que los Titanes cuando son
heridos, mientras se regeneran sueltan vapor, pues venga, a meter vapor por todos
lados, vamos a ocultar los defectos con vapor para que así el espectador no se
de cuenta de los muñecotes de mierda que hemos metido en la película. Muy muy triste,
joder que si algo tenía que estar bien hecho eran los Titanes y son lo peor que
te puedes echar en la cara (ya dije en la reseña de la primera parte que casi
todo ocurre de noche para esconder estos fallos, y es que visto a la luz del día
cantan muchísimo) Pero no solo los Titanes están mal, todo en general es de una
factura pobre, lo único que se salva es el vestuario, y de todas formas no es
nada que cualquier cosplayer no consiga hacer por dos duros.
Ay las escena de acción con los ganchos, ay dios mío, que
recortes, que trasparencias, que pedazo de mierda. No siguen ninguna ley física
real, los chavales abren los brazos, no ves donde van los ganchos, pero ellos
salen volando y ya tal. ¿Y al final? Cuando están atacando al Titán Colosal, el
que es más grande que el propio muro ¿De dónde se enganchan? En el cine siempre hay que tener un poco de suspensión de la incredulidad, pero es que en
esta película nos toman por tontos.
Agujeros de guion tiene doscientos mil, el Titán Colosal en
su versión humana es contradictorio y no explica sus motivaciones. El otro Titán,
el que salva a Eren, en su versión humana es también, no ya contradictorio sino
completamente absurdo, pretende que el gobierno acabe con todos los Titanes,
porque según el tienen la forma de hacerlo, pero el también es un Titán, así
que… Mikasa la chica es medio imbécil más que una mujer fuerte como en el manga
o anime, Eren es mas emo de lo que parecía, y en fin, que no hay por donde
cogerla.
No puedo recomendar esta segunda parte, pero si ustedes
quieren ir al cine a ver las dos seguidas, animo, será una pequeña fiesta, no
digo que no, pero si al salir de la sala están algo decepcionados, no digan que
no les avise.