Por otro lado, un individuo que conocen los devaneos de
nuestros protagonistas, les hace chantajea.
Finalmente, sus esposas se enterarán de las infidelidades de
sus maridos, por lo que se separarán de
ellos. Así pues, ambos deciden alquilar un piso para comenzar su recién
adquirida libertad, por lo que comienza el desmadre.
Coproducción Italo- Española que une lo mejor del destape
mediterráneo en una película frenética, hiper-entretenida que resulta atípica
dentro del género por diversos motivos. Por un lado, no tenemos a los actores
habituales de estos productos, sino que tenemos a unos Carlos Larrañaga y Simon Andreu totalmente desenfrenados que capean la situación con estoicismo, si
bien, la película, más a la Italiana que a la Española, no resulta del todo
desternillante. Por otro lado, quizás sea más blanquita en cuanto a destetes
que otras muestras, mientras que la banda sonora de corte Funk –culpa de los
Italianos, claro…. Si el soundtrack no lo firma los New Trolls, poco les falta.
No he podido dar con ese dato ¡Sorry!
El caso es que sin ofrecernos nada que no hayamos visto
antes, “Los locos vecinos del 2º” es más buena de lo que podíamos suponer en un
principio, y me ha sorprendido para bien, entre otras cosas, por lo moderna y
contemporánea que es, y lo fresca que se mantiene tras 36 años de su estreno.
Tiene un saborcillo distinto. Eso es, a lo mejor, porque el
libreto lo firman plumas italianas, en este caso la de Vinzenzo Salviani, que
tampoco destaca por la escritura de algún guion que ustedes o yo podamos
conocer así a bote pronto.
Además se trata de una película ignota, de aquellas
imposibles de localizar, hasta que un alma caritativa las pone a disposición de
todos en la red.
Además de Larrañaga y Andreu, tenemos en roles secundarios a
Agustín Gonzalez, Rosa Valenti, Blaki o Jorge Sanz –cuanto trabajó de niño este
cabrón-.
Dirige nada menos que Juan Bosch.
Extremadamente entretenida.