Una película que se pretende de terror y que intenta adaptarse lo máximo posible a su reducido
presupuesto, la pregunta que yo me hago es ¿Cómo han tenido la torpeza de
rodarla en un ambiente diurno? Porque aunque los efectos de maquillaje son más
que resultones, estos debido a tantísima luz acaban por destacar más de la cuenta. Ergo, se asesina la posible atmósfera. A parte de esto, creo que
hay que ser un complento genio para poder transmitir horror a la luz del día y
el director de esta película, Amadeu Artasona, está muy, muy lejos de serlo.
Como mucho, un cineasta apañadito que igual en un futuro consigue hacer algo potable.
Por lo pronto “Don’t Speak”, no llega a serlo.
Unos jovencitos están pasándoselo pipa en un yate, cuando
uno se hace daño en un pie y se ven obligados a desembarcar en el pueblo
pesquero que tienen al lado. Cuando
llegan, se encuentran con una serie de individuos con aspecto fantasmal que, al
separarse estos, se las harán pasar putas por el puerto. Unas niñas con la boca
cosida y una historia en torno a lo acontecido en ese pueblo años atrás,
componen el resto.
Al margen de esto que digo de la luz del día, por lo demás
“Don’t Speak” no es mejor ni peor que otras muestras patrias del género. Se
impone el aburrimiento y la sinrazón así como el festival de clichés que hacen
recordar que, en todos los sentidos, en el cine de terror, cualquier tiempo
pasado fue peor.
Por otro lado, resaltar también que el otro gran problema de
la cinta es, siendo una producción que está tan solo un peldaño por encima de
lo que es el cine amateur, quiere afrontar su material como si de una película
de gran presupuesto se tratara. El típico “Quiero y no puedo” de las películas
de género españolas de bajo presupuesto. Nada nuevo en el horizonte. Por lo demás,
ese doblaje desacompasado, no sabemos si por no rodar con sonido directo o por
estar los diálogos en Inglés, tampoco me chirría demasiado en comparación al
resto de elementos dentro del encuadre que no funcionan en absoluto. Y, eso sí,
malos actores a tutti plenni.
Carne de “Brigadoon” en el festival de Sitges, Amadeu
Artasona cuenta en su haber con otro largo anterior, “En la carretera” que no
parece haber visto vida pública.
Como esta película rula libremente por la red de redes, se
ve que al público latinoamericano si que le funciona esta película.
Por otro lado, si logra solventar sus carencias, o logra
adaptarse a lo que quiere sin intentar darle apariencia de lo que no es, diré a
favor del director, que Amadeu Artasona, tiene madera, y que no encuadra mal
del todo. Veremos.