Curioso tributo al cine de los Hermanos Marx por parte de otros hermanos, Jerry y David Zucker, integrantes de los legendarios ZAZ, a los que debemos indiscutibles clásicos de la comedia como "Made in USA", "Aterriza como puedas", "Top Secret" o "Agárralo como puedas". Para la ocasión ejercen de productores, otorgando las riendas de la dirección al ex-actor (y mano derecha de Adam Sandler) Dennis Dugan. Del guion y la música se ocupan colaboradores habituales de los ZAZ, Pat Proft e Ira Newborn. La inspiración del universo Marxiano es tal, que en muchos casos se considera "Escápate como puedas" (oportunista rebautización de "Brain Donors", "Donantes de cerebro") un remake no confeso de la supuesta mejor película de Groucho, Harpo y Chico, "Una noche en la ópera". Apropiación más que reconocida en los créditos finales de la reseñada. Es cierto que guardan muchos puntos en común (cambiando ópera por danza, y repitiendo esquemas como la pareja babosa, el divo malvado, la viuda ricachona, y el trío cómico saboteando la función al final), pero no todo es idéntico, ni se focaliza de manera exclusiva en "Una noche en la ópera". Vemos una escena situada en un quirófano que recuerda a otra peli de los Marx, "Un día en las carreras".
Una viuda millonaria recibe como herencia el deseo por parte de su marido de crear una compañía de danza encabezada por el bailarín más famoso del mundo. Para conseguir su fichaje, manda a sus dos abogados. Uno es el típico individuo de recta moral y malas intenciones. El otro es... el Groucho de la película, que implicará a dos personajes más en la movida. El abogado malvado consigue echar al trío, cosa que motivará que la líen parda durante un estreno y, de paso, den la oportunidad de lucirse a una pareja de bailarines enamorados.
John Turturro da vida a ese Groucho, un abogado pendenciero al que únicamente le interesan el dinero y las mujeres, eventualmente fuma puros y gasta una verborrea sin fin (la verdad es que físicamente encaja muy bien en su condición de heredero del del bigote pintado, sin llegar a copiarle el look). El humorista británico Mel Smith sería Chico. Y Bob Nelson hace de un Harpo que habla, con la inevitable gabardina de bolsillos repletos de cachivaches. Puede que sea el personaje más irritante y menos efectivo. El humor supuestamente Marxiano ha sido adaptado a los tiempos modernos de 1992, y ocasionalmente gasta un tono más cafre y picantón, a base de referencias sexuales. En este último campo, y encarnando a una rubia tonta sexy, nos encontramos nada menos que con Teri Copley, impresionante ex-chica Playboy que algunos recordarán por su rol (de rubia tonta sexy) en "Transylvania Twist" de Jim Wynorski. Poco después de "Escápate como puedas" se pasó al Cristianismo más recalcitrante, escribiendo libros, actuando en productos afines y estropeando su belleza a base de cirugía. Que desperdicio.
Entre lo mejor de la película, están la secuencia de créditos a base de stop-motion con plastilina, cortesía de Will Vinton. Sensacional. Al final se retoma el asunto con igual talento, y es aquí donde encontramos un muñecajo indudablemente basado en las reconocibles facciones del hermano David Zucker.
Evidentemente, y a pesar de sus notorios esfuerzos, si la comparamos con los momentos más inspirados de los Hermanos Marx, "Escápate como puedas" sale perdiendo. No es tan ingeniosa. Pero tampoco hablamos de una flagrante goleada. Quiero decir que, después de todo, entretiene un ratico, provoca la risa y, en fin, que se puede disfrutar. Es la cantosa intención amorosa de su tributo (ampliado a otros comediantes añejos, como los Three Stooges) la que contribuye al afecto que pueda generar.
Para pasar 76 agradables minutos.