miércoles, 5 de julio de 2023

MINUTOS MUSICALES 15: VOCES MODULADAS Y MENTES INQUIETAS

Lo de hoy es un tanto especial. Grupos de vertiente punkera, y aledaños, con tres características notables. Una, arrastran un culto y un prestigio considerables de forma harto justificada. Dos, sus cantantes destacan por la capacidad de modular la voz, alcanzando tonos ocasionalmente delirantes. Y tres, son peña inquieta que, además de sus funciones con respecto al grupo que encabezan, se dedican a otras movidas creativas la mar de interesantes.

Y comenzamos con "Rudimentary Peni", probablemente la mejor banda surgida del universo "Crass" y que, con los años, ha alcanzado un renombre muy tocho. Formaban parte de esa facción más "fácil" de la familia anarco-punk porque sonaban a lo que la chavalada esperaría de un combo de su palo, velocidad, intensidad y caña, dejando los experimentos para momentos específicos. Gastaban, además, un rollo como semi-gótico, a base de ilustraciones fabulosas muy siniestras paridas por su cantante, Nick Blinko, quien anduvo encerrado en un loquero (o eso dicen). A día de hoy es un artista -considerado "outsider"- bastante reputado.
Elegir una canción de los "Rudimentary Peni" es muy difícil, porque las tienen buenas a porrillo. Por ejemplo, casi todo lo que suena en su disco "Farce", de tirón más hardcoreta, suena irresistible. Pero digamos que hay un consenso -muy lógico- con respecto al LP de debut "Death Church", considerado lo mejor de su cosecha y, concretamente, "Rotten to the core" -sobre los grupos punk clásicos vendiéndose al mejor postor, la letra no tiene desperdicio- sería la joya más brillante de entre los surcos...


Se dice que los "Septic Death", formados a principios de los ochenta en USA, fueron seminales a la hora de entender el desarrollo posterior del grindcore, el thrashcore e incluso el llamado speedcore, es decir, hardcore más veloz de lo normal, con unas gotitas de metal, sin molestar. Y sí, suenan hiper-follaos. Pero, curiosamente, no llegan a agotar. Al contrario, saben manejar tan bien sus tempos, ritmos y composiciones que, a pesar de lo limitado de las herramientas creativas de las que disponen, el repertorio resultante es lo suficientemente "variado" como para no aburrir.
Sin embargo, si algo les ha hecho populares es su frontman, el voceras, Brian Schroeder, más conocido como Pushead por sus macabras, detalladas y tremendas ilustraciones. Las de los mismos "Septic Death" y también las ejecutadas para muchas otras bandas, destacando entre todas a "Misfits" y "Metallica".
A la hora de elegir un tema, no lograba decantarme entre "Demon", "Unprotected Games" o "The Psychiatrist", sobre todo porque esta última da buena cuenta de las capacidades modulares de Pushead. Al final ganó la más cortita...


Los normalmente muy oscuros "The Flesh Eaters" lograron cierto estatus el día que una canción suya entró a formar parte de la excelente banda sonora de la no menos excelente "El regreso de los muertos vivientes", concretamente hablo de "Eyes without a face" que, no porque sí, es mi tonadilla punk favorita de todos los tiempos, y con honores. No quería elegirla porque ya la he hecho sonar en otras partes, algún podcast y tal (la alternativa era "Father of lies" no menos molona y perteneciente al mismo disco, "A hard road to follow"), pero es que, joder, es taaaaaan cojonuda, intensa, original y disfrutosa que ¿cómo no iba a dejarme tentar? Además de sus excelencias sonoras y compositivas, es un muestrario maravilloso del talento que gastaba su cantante, Chris Desjardins, a la hora de deformar las cuerdas vocales.
Pero no era el único, gozaba de unos cuantos más, siempre revoloteando en torno a su gran pasión, el cine de género. Que el grupo se llame como una oscura película de "serie B" de los 60, o que se casquen un lp entero -y una canción- titulado igual que un film de Jess Franco ("Miss Muerte") dice mucho. Pero es que, además, Desjardins ha ejercido de poeta, actor, cineasta (dispone de un largometraje de horror escrito y dirigido por él, "I Pass for Human" del 2002, habrá que buscarlo) y firmado sendos tochos dedicados a indagar en las entrañas del cine asiático como "Outlaw Masters of Japanese Film" o "Gun and Sword: An Encyclopedia of Japanese Gangster Films". Vamos, que es uno de los nuestros.