viernes, 13 de octubre de 2023

VÉRTIGO MORTAL

Célebre telefilm para la HBO que fue estrenado en muchos países del mundo, entre ellos el nuestro, en salas de cine. De hecho no era raro que en España se estrenaran este tipo de productos televisivos cuando habían gozado de una gran audiencia en su país de origen, o bien por la popularidad del personaje central de determinado título o por el actor que lo interpretaba. Telefilmes como “Hombre libre” de Michael Mann, que además resultó ser muy decente, se estrenó con cierto éxito en cines de nuestro país tan solo porque su protagonista, Peter Strauss, era hiper famoso en la España de 1979 gracias a la serie “Hombre rico, hombre pobre”. Más célebres y obvios son los estrenos en salas de los telefilms de Spider-man o La Masa, o el episodio piloto de “Galáctica”.
En el caso que nos atañe, este “Vértigo mortal”, pasó por nuestras salas sin pena ni gloria —unos escasos 90.000 espectadores— aunque con algo más de lustre en videoclubs donde fue distribuida por Record Visión llegando a lanzar dos ediciones. En los Estados Unidos tiene algo de culto porque se utilizó como prueba en el juicio contra Ed Sherman, un individuo de Connecticut que estaba obsesionado con la película y asesinó a su esposa de la misma manera que lo hace el protagonista, además de usar el aire acondicionado para retardar el estado de descomposición del cadáver.
Más allá de estos datos, lo mejor que nos ofrece el telefilme es ver la cara de palo de Keith Carradine, y a Richard Widmark ya anciano, para arriba y para abajo haciendo preguntas y aspavientos.
Y es que la película cuenta como, tras encontrar a una mujer y sus hijas asesinadas a sangre fría en su domicilio, un policía sospecha del marido y padre de estas. Sin embargo, el tipo desaparece y ya no se vuelve a saber de él. Años más tarde dos individuos sufren un aparatoso accidente automovilístico. Uno de ellos fallece y el otro queda completamente desfigurado, pero siendo sometido a un montón de intervenciones quirúrgicas, logra volver a tener rostro y rehace su vida con una mujer. El policía, ya jubilado, sigue investigando el caso de asesinato de años atrás, lo que le lleva a sospechar del individuo al que le han reconstruido la cara y que muy bien podría ser el criminal que busca.
Los impactantes y sugerentes pósters con los que se estrenó y/o editó “Vértigo mortal” y la apertura inicial del film, pueden llevar a pensar al espectador que nos encontramos ante un sórdido slasher, pero nada más lejos de la realidad. Quitando el inicio, y una secuencia en la que vemos la cara desfigurada de Keith Carradine en el hospital, esto es más parecido a un episodio de “Colombo” que a una película de terror ochentera al uso. De hecho, la cadencia, la estructura y hasta el argumento son propios de los miles de telefilmes que inundaban la parrilla televisiva española después de los telediarios. Y, por supuesto, ese estilo televisivo en pleno 2023 se ha quedado desfasado. Hay que tener una paciencia infinita para verlo. En definitiva, una película blanca y para todos los públicos.
Curiosamente, en la silla de director tenemos a Douglas Hickox, nombre de cierto prestigio -y papá de Anthony- durante los años 70 que nos dio clásicos como “Matar o no matar, ese es el problema”, “El asalto de los hombres pájaro” o “Amanecer Zulú”. En los 80 se hizo cómodo en la televisión facturando únicamente telefilmes, este incluido.