La premisa de esta película es sumamente ridícula: Un grupo de estudiantas, todas chicas jóvenes atractivas luciendo palmito, y su profesora (MILF, por supuesto), se adentran en las entrañas de un tétrico y viejo bunker / museo, dispuestas a confinarse todo un fin de semana. Las guía un tipo de siniestrísimo aspecto y actitudes. Ya de noche, y encerradas a cal y canto, una de ellas comenta lo perfecta que sería la situación para una historia de terror, con mozas siendo atacadas por alguna clase de demente oculto en los túneles. Tu lo has dicho, querida. Eso es justamente lo que veremos los siguientes minutos (afortunadamente no excesivos, la cosa queda en 87). El susodicho empiezan siendo dos, luego es uno, y al final son ¿tres? No importa, la cuestión aquí es que se trata de un caníbal, y uno muy glotón. Cada vez que caza a una chica, y la somete a toda suerte de gráficas y detalladas mutilaciones, devora alguna parte de su cuerpo con ansia y delectación, lo que empuja a que nos preguntemos de dónde saca tanta hambre (y cómo logra conservar la delgadez). ¡¡Pero si hace cinco minutos ya te has papeado el cerebro de otra, muchacho!! contrólate o al final tendrás diarreas.
Y sí, estamos ante la supuesta secuela oficial -y tardía- de "Gomia, terror en el mar Egeo". Obviamente, no cuentan aquí aquella especie de seudo-segunda parte firmada en su momento por Arsitide Massaccesi himself bajo el alias -según donde- de Peter Newton, "Terror sin límite / Absurd", ni tampoco el espantoso remake del espantoso Andreas Schnaas, afortunadamente retirado desde hace años, "Antropophagus 2000". ¿Y cuela esta nueva secuela como genuina continuación? Hombre, pues no mucho. Lo cierto es que "Antropophagus II" es un slasher bastante rutinario que no guarda ninguna clase de vínculo, ni narrativo, ni estético, "ninada" con el film de 1980. Lo único, pues la extracción de un feto por la vía bestia, pero incluso ello se muestra de modo menos bruto e imaginativo que como procediese George Eastman en aquella.
Abundan las salidas absurdas, en consonancia con la misma trama: huyendo del horror experimentado, una chavala decide separarse del grupo para descansar un ratico -y, claro, pasa lo que pasa- o esa otra que se presta a ejercer de cebo y, en lugar de salir por patas en cuanto ve al asesino echársele encima, se queda ahí, paradica, esperando -y, claro, pasa lo que pasa-. No obstante, y aunque suene a lo contrario, he consumido cosas mucho peores que este "Antropophagus II" (sin ir más lejos, "Antropophagus 2000"). Es medianamente soportable y en cuestiones técnicas cumple decentemente. De hecho, me sentí algo defraudado porque esperaba más cutrismo, más desvergüenza y un grado muchísimo mayor de gore y crueldad, siguiendo un poco el modelo germano (salvo el de Schnaas, por supuesto). Y no. Sangre y mutilaciones las hay a cholón, pero nada que el aficionado medio no haya visto antes.
Dario Germani, director, comenzó su carrera con comedias, dramas y documentales. A partir de la reseñada, se especializa en terror y thriller. Lo más curioso es ver cuales son algunos de sus próximos lanzamientos: nuevas aventuras de la Emanuelle con una eme que, esperemos, contrarreste mediante nociones exploitativas las maneras finolis, respetables y feministoides de la reciente readaptación de la "Emmanuelle" original -con dos emes- y, ojo al dato, otra del caníbal glotón: "Antropophagus Legacy".
Hablando de emanuelles y erotismos, por si se lo preguntan, el nivel de este en "Antropophagus II" está peligrosamente próximo al cero absoluto. Especialmente contando con bambinas más que sexys (entre las que destaca, a gusto personal, la maggiorata Chiara De Cristofaro) Los pocos desnudos se producen a medio gas y en situaciones nada sensuales. No se puede tener todo.
A la hora de ilustrar esta entrada, en lugar del soso póster italiano, me he decantado por el mucho más gráfico y malicioso -pero honesto, no engaña ni lo más mínimo- que luce el blu-ray Alemán (¡putos Krauts enfermos!), donde se conoce a la película como "Man-Eater". Curiosamente, así se tituló el film de Massaccesi en esos mismos lugares, lo lógico pues hubiese sido bautizar "Man-Eater 2" al de Dario Germani... vamos, digo yo (¡putos Krauts chalados!)