jueves, 14 de agosto de 2008

RECTUMA

Resulta difícil no ser fan, o cuanto menos curioso seguidor, del singular Mark Pirro. Un tipo que se hizo popular gracias a varios largometrajes finiquitados en Super 8 y comercializados con toda normalidad, cuya productora responde al nombre de "Pirromount", que se ha especializado en la comedia descerebrada y grosera y que suele bautizar a sus creaciones con títulos como "Un vampiro Polaco en Burbank", "La maldición del maricalobo" o "La colonia nudista de la muerte" (esta musical, para más señas) no puede pasar inadvertido, y mucho menos en este blog.
Después de varias -y no muy afortunadas- experiencias rodando en 35mm para otros (a pesar de que una de las pelis resultantes, "Usted primero, por favor", sea un divertimento muy muy recomendable. Por cierto, la protagonista femenina de esta, y su personaje, hacen un cameo en la misma "Rectuma"), Mark Pirro decidió volver al terreno de lo independiente (además de verdad) recurriendo a las nuevas tecnologías, es decir, vídeo digital y el PC para editar. Aunque el primer experimento se tituló "Color-Blinded", la coña no alcanzaría su cénit hasta que el cineasta se atrevió con la peli que ahora comento, "Rectuma", una parodia del cine nipón de monstruos gigantes con la peculiaridad de que, en lugar de un lagarto mutado o una babosa colosal, nos encontramos ante un culo... sí, un culo, igual que el que ahora mismo aplastas con el peso de tu cuerpo.
Todo empieza cuando el prota de la historia es violado por una rana (¿?¿?) durante un viaje turístico a Mexico con su esposa, quien, como le confiesa, prefiere "Un negro con una gran picha" y solo sueña con matarlo. Dolorido, nuestro héroe decide acudir a varios especialistas (entre ellos, el mismo Mark Pirro), hasta que un científico japonés cuyo ayudante va caracterizado como la criatura de "The Mad Monster", le introduce una barrita de titanio por el bul. Ello provocará que este se despegue del cuerpo de su dueño y comience a matar (rociando de mierda a sus víctimas, claro), a la par que crece de tamaño.
Delirante es decir poco. Toda la peli es un despropósito continuo, cuya mayor baza reside en una serie de personajes totalmente dementes. Una detective obsesionada con Jodie Foster (a la que se parece mucho) que no cesa de imitarla y no soporta la visión de un trasero. Un especialista en atrapar bichos gigantes de origen Japonés, mal doblado de modo expreso (igual que hacían los americanos con las viejas pelis de "Godzilla") y que convence a un pseudo-Osama Bin Laden para que se introduzca en el culo gigante y lo haga estallar (!!!), dos niponas que, como ocurría en las películas de "Mothra", canturrean y van narrando la historia a base de letras absurdas.... y la lista sigue, y sigue. Un menú aderezado con humor muy de bajo vientre y, sí, tácticas propias del "spoof".
Todo ello rodado en vídeo (por mucho que Pirro intente darle un look de cine), cámara al hombro y echando mano de unos efectos especiales francamente hiper-cutres, pero que casan muy bien con la propuesta y con su misma demencia. Para algunos, que el cineasta pasara de trabajos más profesionales, y mejor acabados, hechos en formato standard a hacer estas locuras en cinta magnética y de look tan amateur podría ser algo malo. Pero para mi, es todo lo contrario. Admiro esa valentía, y más teniendo en cuenta que lo motiva algo tan lúcido y respetable como el querer recuperar la independencia perdida.
Merece la pena adentrarse en el mundo del Sr.Pirro, merece la pena visitar a fondo http://www.pirromount.com/