domingo, 2 de mayo de 2010

GHOULIES IV: LOS GHOULIES TRAS EL AMULETO MALDITO

Una especie de dominatrix le da una somanta de palos a unos tipos que están en un almacén. Después dibuja un pentagrama en el suelo y aparecen dos enanos con caretas. También tenemos a un poli portando en el cuello un amuleto que la dominatrix hará suyo para entregárselo a un extraño espíritu encapuchado. Mientras, los enanos corretean por ahí haciendo gracietas.
Menuda tomadura de pelo más espantosa.
Esta secuela oficial (aunque tenga pinta de todo lo contrario), perpretrada por el clásico de la "serie Z" Jim Wynorski, nada tiene que ver con las tres películas anteriores, salvo por dos cosas; la magia negra siempre presente y la recuperación en el cast de Peter Liapis, que interpreta al mismo personaje que en "Ghoulies 1", pero parece que sea otro… de hecho, en aquella aparecía como un prometedor estudiante que se dedica a organizar su recién heredada casa… desde luego la evolución natural del personaje no era que se metiera a policía. No obstante, Wynorski, muy avispado en ese aspecto e, intuyo, consciente de que el espectador podría confundirse, ya se encarga de dejarnos claro que se trata del mismo individuo insertando un par de escenas del film de origen, donde se le ve con los "Ghoulies" haciendo rituales, así justifica también que lleve el amuleto en el cuello. En fin, basura argumental.
Por otro lado, los bichejos de toda la vida son cambiados como si fueran cromos por esos dos sosos y desesperantes enanos con careta, que supongo están ahí para justificar el título.
Me cae simpático Wynorski, pero directamente, "Ghoulies IV: Los Ghoulies tras el amuleto maldito" no se puede ver.