Hay personajes públicos que. por lo que sea, a nosotros espectadores nos caen mal. Por ejemplo Andreu Buenafuente, es un tipo bastante querido; Bien pues yo no le soporto. Hasta tal punto llega mi manía, que cuando decido pegarme mi sesioncita de telebasura y aparece Buenafuente en la pantalla, cambio de canal y me pongo a ver la tele-tienda.
Y como es lógico, con algunos directores de cine me pasa lo mismo.
A Nacho Vigalondo le tengo especial aprensión. Es el clásico tipo que nada mas verle, me provoca arcadas. Una manía atroz. Algunos pensarán que lo que le tengo es envidia. Ni yo mismo lo sé. Pero, desde luego, independientemente de eso, el verle hacer el payaso en sus apariciones publicas, me ponía de mal cuerpo.
Hace unos años, cuando me enteré de que su corto "7:35 De La Mañana" era nominado a un Oscar, no pude hacer otra cosa que correr a verlo. Me pareció espantoso y no comprendía nada, ni las alabanzas, ni la nominación, ni nada. Una patochada filmada en cine sin ningún interés, y por supuesto, ni un ápice de eso que decían que Viganlondo tenía e iba sobrado: Talento. Pero esperé a ver mas cosas de él. Todo se confirmó tras consumir un nuevo corto de su paternidad, "Choque", en el que, nuevamente, su ego era mayor a la calidad de su obra. Sumado ello a sus apariciones públicas, en las que trata de hacernos ver lo enrollado que es, motivan que mis prejuicios contra su persona crezcan hasta tal punto, que cuando me entero que se va a hacer un pase de su primer largometraje oficial en el cine en el que trabajo, y que él iba a estar presente, adelanto unos días libres que tenía pendientes para no tener que verle la cara. Se puede hablar ya de odio.
Y por fin, se estrena "Los Cronocrímenes" y mi reacción natural es la de esquivarla, esquivarla y esquivarla... hasta ayer, que decidí verla para luego ponerle a caer de un burro. Además las criticas que la preceden, al menos las que yo he leído, no la dejaban precisamente bien. Con todo este resquemor, anoche pulsé el "play" de mi reproductor de DVD.
¿Conocen la expresión “Al César, lo que es del César”? Pues ha llegado la hora de hacer justicia. "Los Cronocrímenes" me ha ENCANTADO. Vigalondo puede que no sea un tipo agradable (por lo que a mi respecta) pero, efectivamente, tiene mucho talento. Ya me lo advirtió alguien hace algún tiempo, y no quise hacerle caso.
Hacía mucho que una película no lograba que me concentrara tanto en su visionado. Y lo mejor de todo, es que es ENTRETENIDÍSIMA, y pasa en un suspiro, dejándote con ganas de mas.
Héctor es un tipo, que a través de sus prismáticos, empieza a ver cosas extrañas (como las tetas perfectas de Bárbara Goenaga, por ejemplo). Al ir a husmear, un extraño tipo con vendas rosas cubriéndole el rostro, intenta matarle. Huyendo de este, encuentra a otro que ha inventado una máquina del tiempo... y ya no cuento más, porque entonces la destripo.
La peli, desde luego, se ve que está rodada con pocos medios, pero nos da lo mismo, porque el ingenio de Vigalondo hace que la disfrutemos a tope. Se subsanan todas las carencias con un guión complicado, pero bien resuelto. Una gozada.
Original no es, lo que cuenta ya lo hemos visto antes. Es un "Regreso al futuro" de cuatro pesetas, pero, cojones, ¡que bien me lo pasé viéndola!
La recomiendo encarecidamente. Eso si, Nacho Vigalondo me sigue cayendo mal y, además, me parece el peor actor del mundo.
Y como es lógico, con algunos directores de cine me pasa lo mismo.
A Nacho Vigalondo le tengo especial aprensión. Es el clásico tipo que nada mas verle, me provoca arcadas. Una manía atroz. Algunos pensarán que lo que le tengo es envidia. Ni yo mismo lo sé. Pero, desde luego, independientemente de eso, el verle hacer el payaso en sus apariciones publicas, me ponía de mal cuerpo.
Hace unos años, cuando me enteré de que su corto "7:35 De La Mañana" era nominado a un Oscar, no pude hacer otra cosa que correr a verlo. Me pareció espantoso y no comprendía nada, ni las alabanzas, ni la nominación, ni nada. Una patochada filmada en cine sin ningún interés, y por supuesto, ni un ápice de eso que decían que Viganlondo tenía e iba sobrado: Talento. Pero esperé a ver mas cosas de él. Todo se confirmó tras consumir un nuevo corto de su paternidad, "Choque", en el que, nuevamente, su ego era mayor a la calidad de su obra. Sumado ello a sus apariciones públicas, en las que trata de hacernos ver lo enrollado que es, motivan que mis prejuicios contra su persona crezcan hasta tal punto, que cuando me entero que se va a hacer un pase de su primer largometraje oficial en el cine en el que trabajo, y que él iba a estar presente, adelanto unos días libres que tenía pendientes para no tener que verle la cara. Se puede hablar ya de odio.
Y por fin, se estrena "Los Cronocrímenes" y mi reacción natural es la de esquivarla, esquivarla y esquivarla... hasta ayer, que decidí verla para luego ponerle a caer de un burro. Además las criticas que la preceden, al menos las que yo he leído, no la dejaban precisamente bien. Con todo este resquemor, anoche pulsé el "play" de mi reproductor de DVD.
¿Conocen la expresión “Al César, lo que es del César”? Pues ha llegado la hora de hacer justicia. "Los Cronocrímenes" me ha ENCANTADO. Vigalondo puede que no sea un tipo agradable (por lo que a mi respecta) pero, efectivamente, tiene mucho talento. Ya me lo advirtió alguien hace algún tiempo, y no quise hacerle caso.
Hacía mucho que una película no lograba que me concentrara tanto en su visionado. Y lo mejor de todo, es que es ENTRETENIDÍSIMA, y pasa en un suspiro, dejándote con ganas de mas.
Héctor es un tipo, que a través de sus prismáticos, empieza a ver cosas extrañas (como las tetas perfectas de Bárbara Goenaga, por ejemplo). Al ir a husmear, un extraño tipo con vendas rosas cubriéndole el rostro, intenta matarle. Huyendo de este, encuentra a otro que ha inventado una máquina del tiempo... y ya no cuento más, porque entonces la destripo.
La peli, desde luego, se ve que está rodada con pocos medios, pero nos da lo mismo, porque el ingenio de Vigalondo hace que la disfrutemos a tope. Se subsanan todas las carencias con un guión complicado, pero bien resuelto. Una gozada.
Original no es, lo que cuenta ya lo hemos visto antes. Es un "Regreso al futuro" de cuatro pesetas, pero, cojones, ¡que bien me lo pasé viéndola!
La recomiendo encarecidamente. Eso si, Nacho Vigalondo me sigue cayendo mal y, además, me parece el peor actor del mundo.