sábado, 6 de diciembre de 2008

PASO DE TI

La sobrevalorada factoría de Judd Apatow no acaba de cuajar, por lo menos en lo que respecta a mi, que soy un incondicional de la comedia. Y mientras espero a ver "Hermanos por Pelotas" en versión original subtitulada (no es por esnobismo, sino porque el doblaje está a cargo de Santiago Segura y Florentino Fernández, y no quiero ver otra entrega de "Isi/Disi"), me voy tragando todo lo que este tipo produce, esperando a ver alguna de esas comedias ideales para consumir con un bocata de salchichón. Pero es que, aunque todas arrancan de maravilla, se van edulcorando tanto, y va bajando tanto el ritmo de los gags, que acaban convirtiéndose en absolutas mierdas. Como esta "Paso de ti".
Un tipo es abandonado por su novia. Para sobreponerse de tan duro golpe, decide irse unos días a Hawai, con la mala suerte de que en el mismo hotel en el que el se hospeda está su ex novia con su actual pareja, lo que da pie a un montón de situaciones cómicas.
Las pelis de Apatow siempre buscan situaciones y personajes con los que el espectador pueda sentirse identificado, ya sea en "Virgen a los 40", "Supersalidos", "Lío Embarazoso" o la que nos ocupa. Además de mantener la estúpida teoría de que los tipos feos pueden estar con tías buenas. Menuda gilipollez. En esta peli, el prota, Jason Segel, es un tío de lo más normalito, pero tiene por novia a un pedazo de piva. En la vida real, nos podemos sentir un poco identificados, porque ¿a quien no le ha dejado su pareja alguna vez? Pero, ¿estuvo la nuestra tan buena como la de la película? ¡Ni de coña! Encima, para reponerse del golpe el prota empieza a follarse a tías, que también están buenas. En la vida real, si nos han dejado todos hemos corrido a buscar mas hembras, pero ni se consiguen tan fácilmente, ni están tan ricas como las de la película. Para rematar, el prota conoce a otra chica que finalmente será con la que se quede. Está buenísima, por supuesto. Francamente, si yo tuviera esa facilidad para ligarme tías macizas, me importaría un huevo que me dejaran, teniendo en cuenta que a la noche siguiente me voy a tirar a otra más buena. Alguien me dijo que las pelis de Apatow molaban, precisamente, porque buscaba situaciones muy parecidas a las que nos podían pasar a cualquiera de nosotros. Bien pues yo a ese alguien le digo que es un pobre infeliz, y que no tiene ni puta idea de nada. Y que el Apatow le ha vendido una moto vieja.
Filosofadas baratas a parte, la peli comienza muy bien, con un par de planos de la polla del protagonista, puestos ahí para que nos riamos (lo consigue), pero como es habitual, la cosa va descendiendo hasta que algo divertido se convierte en un coñazo, cosa impensable en una comedia.
El director, Nicholas Stoller, debuta en el cine y en las sacas de Apatow, quien ya le ha contratado para que dirija otra.