martes, 27 de julio de 2010

SPLICE: EXPERIMENTO MORTAL

El problema de Vincenzo "Cube" Natali es el mismo que tienen Sam Raimi, John McNaughton o, ¿por qué no?, Mario Bava. Sus óperas primas pusieron el listón tan arriba que durante el resto de sus carreras nunca lograron (o están logrando) ya no superarlas, ni tan siquiera igualarlas.
"Splice" narra la historia de una pareja de científicos que, pasando de toda moralidad y ley que valga, deciden crear un ser -más o menos- humano genéticamente. Al principio todo va bien pero, poco a poco, y como era de esperar, las cosas se irán poniendo feas.
Hay dos modos de tratar un argumento de este calibre, a lo Syfy Channel o a lo "serio". Natali apuesta por esto segundo, basándose sobre todo en los dos personajes protas (muy bien interpretados por sus respectivos actores) sin escatimar momentos de género puro, reforzados por unos efectos especiales casi perfectos. No es que haya mucho miedito, muchos sustos o mucha sangre... que va, en eso la peli es comedida, pero sabe crear cierto suspense, sobre todo de tipo psicológico, es decir, más que explotar cómo la creación de esta criatura afecta a su entorno, se centra en cómo lo hace emocionalmente en los dos protas que, poco a poco, y lógicamente, se van quebrando.
Si uno de los temas de "Splice" es los peligros de jugar con la genética, el otro se centra en cómo los hombres nos convertimos en petimetres delante de una mujer/vagina, respondiendo a todos sus deseos/caprichos a pesar de que sepamos que la estamos cagando.
Pues na, que está potable, se aguanta bien, está bien facturada y aunque el final es un tanto convencional/previsible, la cosa termina llevándose un aprobado... justo, pero aprobado.