
Unos jóvenes pandilleros, acuden a un misterioso caserón a acabar una transacción de drogas. Les recibe un extraño nigga, que les contará las siniestras historias de un hombre que vuelve a la vida tras ser asesinado por la policía, un niño que practica vudú con su padre maltratador, un gangster que acaba siendo sometido a una terapia antiviolencia, y un gobernador que es acosado por un muñeco poseído. Bien, pues en la primera historia los policías son blancos y el zombie que los ajusticia es negro. En la segunda, no pasa nada racista, son todos negros. En la tercera, le encierran al prota en una celda en la que se las tiene que ver con un neo nazi, que afirma que ese negro le cae bien, pues si está en la cárcel es porque ha matado a más de su especie (reseñar que este episodio, es también un homenaje a LA NARANJA MECANICA), y en la cuarta, el muñeco es negro, poseído por un antiguo esclavo que trabajó en las tierras en las que están los dominios del gobernador que ha vuelto para vengarse. Más claro agua. Eso si, la peli está entretenida, tiene todo lo que tiene que tener para que nos entretenga, y como ya he dicho antes, es muy, muy simpática, de muy bajito presupuesto y cutre, y sobretodo, curiosa.
Dirige Rusty Cundieff, que ya dirigió una de las pelis abanderadas de las cinefílias Afro-Americanas, la comedia rapera FEAR OF A BLACK HAT y que se asentó en la tele, dirigiendo series, supongo que de negros. En cuanto al tema Spike Lee, es tan irregular en sus productos, ya sean independientes o mainstream, que me cae hasta bien… y ¡que coño! HAZ LO QUE DEBAS es un peliculón.