Película familiar que pretende tocar la fibra sensible de quienes crecimos con el Wolkswagen escarabajo y ya de paso atraer a jóvenes admiradores. Lo primero casi lo consigue, lo segundo no lo se, ya no estoy en ese target. Los jóvenes americanos tenían una razón para ver la película, y esa no es otra que Lindsay Lohan, a la que yo conozco por sus escándalos con el alcohol y las drogas. Allí, en los USA la Lohan es conocida por su participación en series de TV y no se si en algún programa tipo Club Disney o similar, pero bueno eso es lo de menos, vamos con la reseña en si.
Herbie se hizo famoso en los circuitos de carreras, pero según iban pasando los años se fue quedando obsoleto, con lo que le era casi imposible ganar ninguna carrera (no aclaran si por temas mecánicos o que su conductor era un paquete) Sea como fuera, el escarabajo acaba en un desgüace. De allí acaba pasando a las manos de los Payton (no me preguntéis como, en ese momento estaba en el baño) que son una familia dedicada desde hace tres generaciones a las carreras de Nascar. El padre, un cameo largo de Michael Keaton, tiene serios apuros para mantener el equipo adelante. El corredor estrella, su hijo, no es tan buen piloto como su padre o su abuelo, así que se las ven bastante jodidas para poder clasificarse. Además, debido a los malos resultados los patrocinadores les van dejando tirados. Maggie (La Lohan) tuvo un accidente hace un tiempo en una carrera ilegal, así que su padre le prohibe competir, pero ella no esta dispuesta a dejar de hacer lo que siente en sus venas (joder que asquerosamente cursi queda eso) Así que con un amigo suyo aficionado a la mecánica, acondicionan un poco a Herbie y se van a una concentración de mascachapas....digo, de aficionados al tunning y la velocidad. Allí y por cabezoneria del propio Herbie, acaban desafiando al campeón del momento, Trip Murphy (Matt Dillon) y derrotándole frente a sus fans. Murphy no puede soportarlo y organiza una competición, el que quede primero se batirá con el en duelo, confiando que Herbie llegue a la final para poder derrotarlo. Trip Murphy me recordó un poco al Apollo Creeck de la primera Rocky, es el antagonista pero tampoco es un malo malvado. Y hasta aquí las comparaciones con el cine de verdad.
Herbie esta mas vivo que nunca, se mueve, se retuerce y es mas expresivo, pero es casi todo CGI, teniendo un par de escenas en los que dan ganas de sacarse los ojos, pero como es una peli para críos, casi que se le perdona. Dirige una tal Angela Robinson que no ha hecho mas que series de televisión y un par de pelis chungas, entre ellas esta. Si alguno se pregunta porque meto esta reseña, esta bien claro, porque Aquí Vale Todo, incluso el cine familiar mas palomitero. Y esperense que esta película ha tenido una cosa buena, y es que me den ganas de volver a verme todas las películas de Herbie, otra cosa es que lleve esa empresa a puerto. Pero como las vea, se tragan las reseñas, como hayDios huelga. Porque era hoy ¿no?. Encima de reseñar changas, esquirol.
Herbie se hizo famoso en los circuitos de carreras, pero según iban pasando los años se fue quedando obsoleto, con lo que le era casi imposible ganar ninguna carrera (no aclaran si por temas mecánicos o que su conductor era un paquete) Sea como fuera, el escarabajo acaba en un desgüace. De allí acaba pasando a las manos de los Payton (no me preguntéis como, en ese momento estaba en el baño) que son una familia dedicada desde hace tres generaciones a las carreras de Nascar. El padre, un cameo largo de Michael Keaton, tiene serios apuros para mantener el equipo adelante. El corredor estrella, su hijo, no es tan buen piloto como su padre o su abuelo, así que se las ven bastante jodidas para poder clasificarse. Además, debido a los malos resultados los patrocinadores les van dejando tirados. Maggie (La Lohan) tuvo un accidente hace un tiempo en una carrera ilegal, así que su padre le prohibe competir, pero ella no esta dispuesta a dejar de hacer lo que siente en sus venas (joder que asquerosamente cursi queda eso) Así que con un amigo suyo aficionado a la mecánica, acondicionan un poco a Herbie y se van a una concentración de mascachapas....digo, de aficionados al tunning y la velocidad. Allí y por cabezoneria del propio Herbie, acaban desafiando al campeón del momento, Trip Murphy (Matt Dillon) y derrotándole frente a sus fans. Murphy no puede soportarlo y organiza una competición, el que quede primero se batirá con el en duelo, confiando que Herbie llegue a la final para poder derrotarlo. Trip Murphy me recordó un poco al Apollo Creeck de la primera Rocky, es el antagonista pero tampoco es un malo malvado. Y hasta aquí las comparaciones con el cine de verdad.
Herbie esta mas vivo que nunca, se mueve, se retuerce y es mas expresivo, pero es casi todo CGI, teniendo un par de escenas en los que dan ganas de sacarse los ojos, pero como es una peli para críos, casi que se le perdona. Dirige una tal Angela Robinson que no ha hecho mas que series de televisión y un par de pelis chungas, entre ellas esta. Si alguno se pregunta porque meto esta reseña, esta bien claro, porque Aquí Vale Todo, incluso el cine familiar mas palomitero. Y esperense que esta película ha tenido una cosa buena, y es que me den ganas de volver a verme todas las películas de Herbie, otra cosa es que lleve esa empresa a puerto. Pero como las vea, se tragan las reseñas, como hay