viernes, 11 de marzo de 2016

COME Y CORRE

Extraña comedia de "serie B" que coquetea con elementos fantásticos y llegó a nuestros videoclubes en plena era dorada del mismo, además, vía una de las distribuidoras grandes de la época, la “CBS Fox”. Eran tiempos en los que una misma distribuidora podía traer al formato domestico el último estreno USA o la mayor ponzoña que pasó inadvertida por los cines más ínfimos de estados como Texas,  a cargo de la New World.
Esta curiosidad rondaba las estanterías de los locales mejor surtidos. A lo que voy es, que aunque todos recordemas la carátula que ilustra la entrada, no era una de las cintas habituales. Vamos, que en la época, finales de los ochenta,  ya era rarilla. De hecho, cuando se decidió distribuirse, los de “CBS Fox” optaron por doblarla en un estudio del país Vasco a fin de ahorrarse unos durillos.
Ahora, ¿llegaron  ustedes a alquilarla? Yo tampoco. Por suerte en estos tiempos en los que la tecnología le hace parecer a un cuarentón un abuelete –por aquello de que no se entera-, y con internet tan navegable que hasta el mongólico sin vida  que te ha tocado como compañero de curro sabe buscar en lugares que tú ni sabías que existían, no ha sido fácil localizar la película una vez la han colgado, ya que es pasto de esos "sites" para socios tan sectarios, de esos que se adjudican la autoría de una película solo porque han cogido un rip del DVD yankie y le han puesto el audio de un viejo VHS. De esos tan patéticos. Pero, por suerte, sabiendo que está en la red, el buscador de nuestra querida mula hace el resto.
La peli, como siempre, es lo de menos cuando has satisfecho la curiosidad inicial. Con todo, “Come y Corre” no es, ni mucho menos, de las más insoportables.
Cuenta la historia de una nave extraterrestre que se estrella en algún lugar de los Estados Unidos. Con ella viene un extraterrestre obeso de apariencia humana, pero con afilados colmillos que le dan un aspecto amenazador. Como la primera toma de contacto que tiene es con un repartidor de salchichas italianas –ergo, italiano- nuestro extraterrestre decide comérselo, desarrollando así cierto gusto por los italianos, lo que lleva a un atolondrado detective a investigar el caso de una serie de muertes de  ciudadanos provenientes del país mediterráneo, llegando incluso a juzgar al extraterrestre por ello.
Una auténtica marcianada, nunca mejor dicho.
El principal problema de la película es que es muy tontorrona y el humor, deudor en algunos momentos del "spoof", en otros  lo es de películas tan inocuas como “Johnny Peligroso” (no se me ocurre otro título de la época para comparar. Se trata de  un humor soso, pero que funciona), es insulso más allá de la gracia que te pueda hacer un extraterrestre gordo y feo que come italianos, o que el detective haga la voz en of in situ mientras narra lo que ve (y por lo que sus interlocutores le mandan callar). No es muy allá.
Sin embargo, si que es una película a tener en cuenta por el ignotismo que la acompaña; apenas hay información en internet, y su director, Christopher Hart, no ha vuelto a dirigir más después de esta, su ópera prima. Aunque si lo piensas en frío, la película es, en definitiva, tan olvidable, que es hasta normal que no haya casi nada.
Como curiosidad, decir que el protagonista no es otro que Ron Silver , aquí, todavía sin su barbita característica –de hecho en una escena en la que aparece con el torso desnudo, tiene más pelo en el cuerpo que en la cara- quien en sus apariciones cinematográficas como galán en los 90 tiene más aspecto de ser un Álvaro Vitali californiano que otra cosa.
Como digo siempre, para satisfacer la curiosidad, alcanza.