También tuvo la brillante idea de incorporar humor a la franquicia, así como más protagonismo por parte de "Chucky" y más elementos gore que en su antecesora. Particularmente, siendo enemigo como soy del humor en el cine de terror, creo que en el caso de "Chucky," no solo le viene muy bien, sino que, además, es uno de los alicientes de tan maravillosa saga.
A destacar de esta segunda entrega el espectacular desenlace en la fábrica de juguetes. Una muy digna secuela.
Dirigida por John Lafia, co-guionista, junto con Don Mancini, de la original.
Aquí les dejo con los vibrantes fotocromos.