Marc Fernández, animador y director Barcelonés, se ha ganado
por méritos propios un puesto de honor dentro de lo que podíamos llamar el cine
outsider español, junto a otros nombres como el de Juan Carlos Gallardo, que
encuentran su equivalente internacional en individuos como David “The Rock”
Nelson o Damon Packard y que al final se han convertido, con todas las de la
ley, en personajes de culto.
Moviéndose indefectiblemente en los parámetros del cine
underground, sin tener una consciencia de ello, Fernández ha creado un
concepto, el de este “Mugworth”, que en realidad es un jaleo que sucede dentro
de la inquieta mente de Fernández en busca de su identidad como creador.
Porque, “Mugworth” son dos películas distintas, y lo son, consecuencia
precisamente de esa inquietud. Existe una versión en imagen real y otra de
animación y ambas cuentan lo mismo, así que la sinopsis sirve para las dos
versiones.
“Mugworth” es una adaptación libre de “Cuento de Navidad” de
Charles Dickens, en la que se cuentan los avatares del tal Bellousini, un
individuo ladino y taimado que odia la navidad con todas sus fuerzas y que hace la vida imposible a su mayordomo Sir
Butler (¿un mayordomo que también es Sir?). Así, la noche de Navidad, recibirá
la visita de tres extraños fantasmas que
le contarán distintas historias, macabras y desasosegantes, que le mostrarán el
significado de la Navidad.
Nada nuevo en el horizonte de no ser por las circunstancias
y características que envuelven a esta adaptación.
La principal, refiriéndonos a la versión en imagen real, es
que esta rompe con todos los convencionalismos técnicos y académicos de una
manera brutal… aunque de manera totalmente involuntaria. Filmanda en video
(Mini-DV) y montada de forma casera, el desfile de fallos, raccord y encuadres
imperfectos harían llevarse las manos a la cabeza a cualquier erudito del séptimo
arte, si es que este tuviera en consideración, siquiera, el ver la película. En esta versión en imagen real podemos ver
las influencias de Marc Fernández, que le llevan a recrear de manera rudimentaria elementos que
ha visto en, por ejemplo, “Los fantasmas atacan al jefe”, y tenemos aquí un
émulo de “La muerte” que aparecía en la película americana, cuyo esqueleto
señala a Bellousini de la misma manera que en el film de Richard Donner
esta señalaba a Bill Murray. Por otro lado el cine gore es igualmente recreado
por Fernández en una colección de efectos especiales caseros cuya efectividad
es, a veces, encomiable (un taladro en la cabeza perfora la carne de manera
extrañamente realista y, pensando, llegamos a la conclusión de que taladra la
piel de un cerdo o algo por el estilo… ¡A saber!).
Sin embargo la característica principal de la película
radica en un reparto internacional encabezado por Bill Moseley, actor súper
popular para los fans del cine de terror por dar vida a Chop-Top, el
histriónico hermano de Leatherface en “Masacre en Texas 2” o por ser recuperado
por Rob Zombie en “Los renegados del diablo”, que a su vez es una cara popular de diversas películas
de serie B. Le secunda, entre un reparto meramente catalán, Darren Smith,
compositor de las banda sonora de la película “Repo! The genetic Opera” (donde
al igual que Moseley, también tiene un papel) o “Autopsy”, que además de
haberse convertido en un actor habitual del universo de Marc Fernandez, aporta
a la película una canción que compone
para la ocasión.
Moseley o Smith no son estrellas de Hollywood, aunque gozan
de cierta popularidad dentro del mundo del cine y están acostumbrados en
aparecer en producciones profesionales, sean caras o baratas, pero ¿cómo
acaban ambos apareciendo en una película amateur de presupuesto cero? Pues eso
es algo que solo Marc Fernández sabe, aunque no cuesta mucho pensar que,
sencillamente, pagara el caché de ambos actores y estos se limitaran a hacer su trabajo. Con lo cual, su mera presencia,
de una manera u otra, ya dota a “Mugworth” de cierto interés.
Sin embargo, un tiempo después, cuando Fernández ya da por
desechada esta película, no se le ocurre otra cosa que aprovechar el sonido de
la misma para rehacerla (con algunos cambios y variantes en el montaje) en
dibujos animados. Pero no unos dibujos animados corrientes y molientes de
factoría, sino, dibujos animados completamente amateur y elaborados a mano a
base de lápices para colorear, ya sean estos de la marca Alpino o plastidecor,
y realizados por el propio Marc Fernandez, por supuesto. Con dos cojones. Una
animación rara, torpe, pero extrañamente bonita, y un estilo de dibujo en el
que detectamos fuertes influencias de Mike Judge y Bill Plympton. El estilo de
Fernández es una mezcla de ambos, pero dibujando tirando a mal, lo que me
resulta de alto interés, en definitiva. Así,
ahora tenemos una película de animación cuyos protagonistas siguen
siendo Bill Moseley y Darren Smith. Pero, rizando el rizo, y no contento con la
presencia de estos dos, para el mayordomo Sir Butler, que en la versión de
imagen real hablaba catalán ya que este estaba interpretado por un actor
catalán, perdemos esa voz para sustituirla por la de… ¡John Waters! Así que
contamos con una película de animación con las voces de Bill Moseley, Darren
Smith y John Waters ¿No es sensacional? ¿Cómo se las ingeniaría para contar con
la voz de Waters? solo Fernández lo sabe, pero ahí lo tenemos.
Tanto John Waters como Bill Moseley deben estar orgullosos
de aparecer en esta película.
Por lo demás, la mezcla de sonido es nula y se nota cuando
el sonido viene directamente de la Mini-DV o del audio enviado por Waters para
la ocasión y el resto de las voces son interpretadas por el propio Marc
Fernández con un particular acento que torna la película más rara todavía. Y
para la banda sonora, como todo buen artista amateur que no puede acceder a material original, inserta música clásica para así evitar lidiar con los
derechos de autor.
Dicen que incluso Ralph Baskshi se rindió ante sus
encantos, declarando, desconozco para que medio, que “Mugworth” es “Una
película única, escalofriante y divertida”.
En definitiva, “Mugworth” es una rara avis, un concepto
estupendo y un cacao de padre y muy señor mío, que merece la pena que nos
tomemos la molestia de descubrir en sus dos versiones.
Huelga decir que ambas aparecen en DVD el próximo día 7 de
noviembre a través de nuestro sello Vial of Delicatessens.
Por lo que a mí respecta, una de las películas más extrañas
y fascinantes del presente siglo. Sea por los motivos que sean.