viernes, 7 de junio de 2019

FIGHT THE POWER: RAP, RAZA Y REALIDAD

El aclamado libro de Chuck D, lider moral y espiritual del mítico grupo de rap Public Enemy —para los neófitos decir que son, más o menos, los Rolling Stones del rap— recibe en 2017 una revisión y actualización  debido a una edición adscrita a la licencia “Creative Commons” de 1000 ejemplares, que una editorial de carácter consciente y reivindicativo de Argentina tiene a bien publicar sin animo de lucro. Dicha edición, salvo por el prólogo actualizado de Chuck D y otro panfleto que adjunta uno de los responsables de la presente, dista poco de la original publicada en 1997, por lo que en ese sentido se queda un tanto desfasada. En 1997, Public Enemy, aunque no estaban en su mejor momento, si vivían tiempos de bonanza y aún no habían lanzado al mercado el último de sus grandes discos, el “He got game”, pero si disfrutaban de la popularidad suficiente como para permitirse el lujo Chuck D de hablar como lo hace, con absoluta aseveración, casi como si de un profeta se tratara, no ya del rap, si no de la cultura negra en general. Pero hoy en día, Public Enemy, aún activos, no son ni una mera sombra de lo que llegaron a ser, sacando discos auto editados que ponen a disposición de manera gratuita en la red porque el negocio de los discos ya no les deja una perra como para tomarse la molestia de seguir haciéndolo. Se dedican a grabar discos y regalarlos, que el dinero les viene por parte de los bolos, o en su defecto, de alguna parte ajena a la industria musical. Así, leer a día de hoy a un Chuck D en lo más alto de su carrera, pontificando, permitiéndose el lujo de decir el camino que debería llevar la industria del rap con el fin de conseguir algo grande sabiendo que a día de hoy puede que sea uno de los grandes losers de su generación (porque llegó a ser el más grande, precisamente) no deja de parecer una anécdota.
Con todo, leí gustoso este libro por muchos factores, sobre todo, el nostálgico. Public Enemy, posiblemente sea el segundo grupo de rap que escuché en mi vida (el primero fue Fat Boys) y aunque a día de hoy reniego de todo mensaje consciente que pueda encontrar en una canción (considero que los papeles son mejor medio para los panfletos políticos que la música), la única verdad es que disfruté (y disfruto) con la música de Public Enemy como un enano pese a su potente carga política. Cuando yo lo bailaba en las discotecas, tampoco podía imaginar del todo de lo que hablaban, así que, ojos que no ven… Como fuere, y aún  a destiempo, en esta edición de 20 años después de que fuera concebida, esta lectura era obligada para mí.
El libro claramente resulta irregular por como está planteado. Se basa en tres conceptos, que son el autobiográfico, el político y el racial, cosa que es más que obvia teniendo en cuenta el título del libro y quién lo ejecuta, pero claro, no comulgo con el nacionalismo negro con el que tan enfervorizadamente comulga Chuck D (no se puede comulgar con él a no ser que seas negro) ni me creo su política izquierdosa teniendo en cuenta que toda su carrera, sus grandes éxitos y sus mejores momentos los ha vivido estando dentro de una multinacional capitalista desde la que él ha soltado sus soflamas y ha cobrado el cheque, pero aún así, la pluma de Chuck es grácil, por lo que se lee con agrado. Otra cosa es que al lector blanco y peninsular le interese lo que tiene que decir Chuck en ese campo. Sí que me siento más identificado con aquello que dice él de hacer lo que uno cree que debe hacer al margen de todo y de todos y el derecho que uno tiene a cambiar de opinión según las experiencias vitales. Pero todo este panfleto no me interesa en absoluto de no ser por toda la parte autobiográfica, que si que me interesa y es la que me lleva a no saltarme páginas (entre otras cosas, porque va combinando estos conceptos en cada capítulo). La parte biográfica, centrada en la era pre-Public Enemy, en su gira con U-2 y en los problemas que tuvo el grupo ante las declaraciones antisemitas de uno de sus componentes, Profesor Griff, son material literario y autobiográfico de primera categoría; ahí Chuck D se luce como los mísmos ángeles. Da gusto leerlo. Lo malo es que cada buen pasaje es bombardeado a continuación por un panfleto político que hace que la estructura de este libro se convierta en una montaña rusa de emociones. Después del subidón de la parte musical, toca soportar el coñazo político. Una lata.
Con todo, se trata de un libro esencial para todo aquel, no ya que haya escuchado a Public Enemy, sino que se haya dignado en escuchar rap alguna vez en su vida: “Fight the power, rap, raza y realidad” es un diagrama perfecto de cómo era el Hip-Hop en su única década brillante, la de los 90.