sábado, 12 de diciembre de 2020

I WAS FLESH GORDON

Esencialmente, la finalidad del libro "I was Flesh Gordon" consiste en dejarnos claro, por si no lo sabíamos o sospechábamos, que el "famoso" pionero del porno y productor exploitation Bill Osco (a quien el aficionado medio reconocerá por su implicación en "El Ser" y "Fonda Sangrienta") era un auténtico hijo de puta. Un vividor, jeta, desalmado y que mentía y engañaba a todo dios, sobre todo cuando se trataba de agenciarse dineros. Entre esos traicionados está el autor, Jason Williams, que en "I was Flash Gordon" narra sus muchas desventuras por el Hollywood de finales de los años setenta.
Sí, Williams es el rubiales que dio vida a la parodia sexy del famoso personaje de comics en "Las aventuras de Flesh Gordon", uno de esos supervivientes de la meca del cine que hacen de todo con tal de pagar las facturas sin tener que abandonar el "show business", y a los que ya mencioné en la reseña de este otro libro (en el que, por cierto, se comenta que Williams acabó convertido al cristianismo, cosa que el actor no toca en ningún momento en su obra, ¿sería mentira?). Nos cuenta sus primeros pasos en la vida, su llegada a la meca del cine, repleto de sueños, y cómo se metió en las mallas de "Flesh Gordon", detallando el rodaje y las consabidas anécdotas. Cuesta creer que recuerde tanto tan bien, pero habrá que creerle (a él y a Derek McCaw, uno de esos gurús del frikismo online que le echa un cable en la empresa).
Sin embargo, y contra todo pronóstico, realmente el libro no comienza a disfrutarse hasta que termina el rodaje de "Las aventuras de Flesh Gordon" y Williams se ve obligado a buscarse las habichuelas. Es aquí donde las cosas se ponen interesantes de verdad, narrándonos su paso por el porno pre "chic". Cuando él y Bill Osco visitaban tugurios de dudosa legalidad para entregar sus nuevas producciones, películas guarras de quinta regional, cutres hasta el delirio, que dirigían Howard Ziehm y/o el mismo Jason Williams bajo seudónimo, pero cuya paternidad Osco se atribuía desvergonzadamente. Muchas acabaron en las arcas de "Something Weird Video", como cruda muestra del peor "grindhouse" pajillero de la época.
En esencia, Jason Williams es como todos. Un tipo que ansiaba el éxito, que lo intentó innumerables ocasiones, que apunto estuvo de alcanzarlo a pesar de las inclemencias (muy dura la anécdota sobre el rodaje de "Deadly Hero", película que iba a co-protagonizar y acabó convertido en el criado de uno de los actores principales) para, finalmente, irse todo al garete... por culpa de los tejemanejes de Bill Osco, que arrasaron con la reputación de ambos.
Luego, ya lejos de su ex-socio y ex-amigo, Williams aún tuvo tiempo de verse inmerso en productos tan singulares como "Time Walker", pero la verdad es que dedica muy poco espacio a esta etapa y es una lástima, habría molado saber más.
Con todo, "I was Flesh Gordon" es un libro la mar de entretenido, no demasiado tocho y que mejora a medida que te acercas al final.
Recomendado.