viernes, 28 de enero de 2022

¡HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO!

Otra de esas películas de los primeros años de la década 00 facturada como si de un churro se tratase. Y en este caso nunca mejor dicho, porque la película, cancelada y silenciada a día de hoy como si se tratara de una maldición del diablo, es mala a rabiar, técnicamente incompetente y artísticamente subnormal. Esto no sería sorprendente de no ser porque tras la dirección se esconde la prestigiosa guionista Yolanda García Serrano, ganadora de un premio Goya en los 90 por el guion de “Todos los hombres sois iguales” y eficaz colaboradora de gente como Joaquin Oristell o Manuel Gómez Pereira.
García Serrano debutó en la dirección de películas en el año 1997 con el film “Amor de hombre” para el que contó con la pluma de Juan Luis Iborra a la hora  de confeccionar el guion. Después vendría “Km. 0”, una película de esas que en su momento resultaban solventes, pero que vistas a día de hoy nos queda claro que de solventes, nada. De hecho, me hizo mucha gracia una reseña extranjera de la película en  Letterboxd que decía qué “era como una película porno, pero sin el porno”. García Serrano ahí tampoco estaba sola, contaba, una vez más, con la ayuda de Iborra. “¡Hasta aquí hemos llegado!” sería la primera vez que se enfrenta ella solita a una película encargándose del guion y de la dirección. De tan horrorosa que es, tan mal montada y tan desastrosa, uno diría que algo falla tras las cámaras. Desde luego, nada tiene que ver con sus dos incursiones en la dirección anteriores, ni el guion puede competir con el de sus otras comedias colaborativas y para todos los públicos. Y es que, como diría Pumares, las otras películas se las debió hacer un primo, porque cuando García Serrano se queda completamente al mando, sucede “¡Hasta aquí hemos llegado!”. Cualquiera diría que es una broma de mal gusto. Para redondear la faena, le otorga un papel protagonista al asqueroso de  Carlos Sobera, que encima, como si de Jean Claude Van Damme en “Doble Impacto” se tratara, no sale de plano puesto que interpreta a dos gemelos. Sobera interpreta ambos papeles como si estuviera presentando un programa de televisión, y así pasó, que un par de años después triunfaría precisamente presentando concursos. Y ahí sigue el muy cabrito. Así que esta película es ideal para ver si se odia a Sobera.
La cosa va de un insoportable individuo de alto copete al que le va la vida fatal. Se acuesta con la mujer de su jefe porque su mujer se acuesta con un psicólogo, su hija no le hace ni puto caso y, para más inri, un buen día descubre que la empresa para la que trabaja le ha convertido en cómplice de una estafa. El individuo, lejos de amilanarse, decidirá darle la vuelta a la tortilla y destapar el entramado, al mismo tiempo que intentará recuperar la confianza de su familia de la manera más estúpida posible: Haciéndose pasar por un hermano gemelo que tiene. Y encima, le sale bien.
Posiblemente de las películas que más me ha costado ver enteras en mucho tiempo. Tan mala en todos los aspectos que me pregunto cómo Yolanda García Serrano, miembro respetable de las elites del cine español, cuando vio el corte final, no reculó a la hora de estrenar esto o, al menos, firmarla bajo seudónimo a lo Alan Smithee. O por lo menos, saber su opinión sincera sobre la película. El caso es que, aunque eventualmente, a posteriori, ha dirigido algún corto, algún episodio de algo televisivo o un segmento en la película “¡Hay Motivo!”, no ha vuelto a meterse en el embolao que supone dirigir un largometraje, quizás porque gracias a “¡Hasta aquí hemos llegado!” se ha dado cuenta de que dirigir a lo bestia, sin ayuda de nadie, no es lo suyo. Como fuere, sigue escribiendo para infinidad de películas o series, que eso sí se le da bien.
El esfuerzo (o no esfuerzo) de llevar la película a cabo dio lo mismo, porque en cines congregó a los casi 50.000 espectadores de rigor en una producción de estas características, lo que traducido a mi idioma significa que en realidad  la verían, como mucho, un par de miles de personas. Ustedes ya me entienden.
En el reparto junto a Sobera, hacen lo que pueden Natalia Dicenta, que posiblemente sea una de las actrices con más morbo de este país, Elisa Matilla, Javier Pereira muy jovencito y Sancho Gracia haciendo de Sancho Gracia.