El found footage es un subgénero muy de la década pasada, de los años 10 del nuevo milenio, del mismo modo que el slasher fue muy de los 80. Han llevado ambos géneros los mismos derroteros. Y del mismo modo que el slasher, hasta su resurrección a finales de los 90 con la franquicia “Scream” y el resto de sus imitadoras, quedó relegado al ostracismo, en los primeros años de esta nueva década, los locos años 20 que los vuelven a llamar, no solo ha habido un notable descenso en su producción sino que, pandemia mediante, es un producto que ya no sale rentable en las salas de cine, así que hasta mastodontes como la franquicia de “Paranormal Activity” son concebidos para su explotación directa en las plataformas de streaming. Esta “Hell House LLC” es de 2015, pero bien podría ser una muestra palpable de cómo está el subgénero en estos momentos; algunos dirían que decadente, yo, que he defendido a capa y espada las bondades del formato y que he tenido una relación muy amorosa con el mismo, digo que a estas alturas está ya muerto y enterrado. Fue un producto de su tiempo.
Con esto lo que trato de decir es que no es fácil que una película de estas características me sorprenda a estas alturas, me conozco todos los trucos y hasta puedo intuir los siguientes movimientos dentro de las tramas, pero a veces, con según que películas acabo cayendo, como en el caso de esta “Hell House LLC” que venía precedida de críticas bastante positivas. Ya no me fío ni de mi padre después de verla.
La película combina las técnicas del falso documental con entrevistas a los implicados y demás con el mostrarnos el metraje encontrado, igual que en “El proyecto de la bruja de Blair” pero todo realizado con una desidia y una falta de imaginación acojonante.
La cosa va de un grupo de jóvenes que organizan una atracción para Halloween, una especie de pasaje del terror con monigotes y actores caracterizados llamado La casa del diablo. Así que ubican la atracción en un viejo hotel abandonado dentro del cual, supuestamente, murió su propietario ahorcado. Montan todo el espectáculo, y el día de la apertura no se sabe que ocurre dentro, lo achacan a un mal funcionamiento de la atracción, pero la cosa se salda con una masacre que deja 15 muertos y varios heridos. Nadie sabe explicar que ha ocurrido ahí. Así que se muestra al espectador la grabación de una cinta perteneciente a uno de los organizadores que ha documentado todo el proceso. Y así vemos que es lo que realmente sucedió.
El mayor problema de “Hell House LLC” es, no solo que nos muestra una serie de personajes tontos que, montando la atracción, se dan cuenta de que en ese hotel ocurre algo paranormal y a pesar de ello continúan adelante con su intención de realizar el espectáculo, sino que además toma al espectador por estúpido. Así, mientras vemos lo que sucede en la cinta de este individuo, se saltan todos los códigos del metraje encontrado y, cuando en la grabación se ve alguna sombra extraña, alguna imagen terrorífica que vemos perfectamente, en montaje congelan la imagen durante un par de segundos como diciéndonos: “¡Eh! Que aquí tenéis una sombra aterradora” para luego continuar por donde lo habían dejado. Esto es terrible, primero porque ya lo habíamos visto, no hace falta que me lo pongas otra vez, y segundo, porque te saca de situación y, no es que rompa la narración, es que la destroza. Y congelan la imagen unas cuantas veces además.
Pero amén de eso, y quizás sea por saturación de found footage, la película entera me parece un rollo. Y aunque hay momentos que verdaderamente dan algo de canguelo, no son suficientes para salvarla de la quema. Muy mala. Y me da miedo ponerme a ver la nueva entrega de “Paranormal Activity” concebida asimismo para el streaming.
“Hell House LLC” se estrenó en diversas plataformas (en Prime está) y parece que obtuvo el beneplácito de los aficionados. Es más, cuenta con dos secuelas: “Hell House LLC II: The Abaddon Hotel” y “Hell House LLC III: Lake of fire”, pero yo esas ya no las voy a ver. Todas dirigidas por el mismo individuo, Stephen Cognetti, que salvo esta trilogía poco más ha hecho.
Y con esto y un bizcocho…