sábado, 2 de abril de 2022

ARIZONA BABY

Hay mucha gente fascinada por la historia de Sam Raimi, Bruce Campbell y Robert Tapert. El grupito de colegas que crecieron como cineastas sin perder nunca su amistad, siempre de la mano. Sí, es muy bonito. Pero lo cierto es que a mi me fascina un poco más la relación de Raimi con Joel y Ethan Coen. Una fábula que se remonta a los tiempos en los que el primero andaba liado supervisando el montaje de "Posesión Infernal" y Joel asistía a Edna Ruth Paul en tales tareas. Luego, cuando los hermanos quisieron hacer su propia película (la muy recomendable "Sangre Fácil"), siguieron un poco la estrategia de su amigo y rodaron un trailer para convencer a posibles inversores, uno que contaba con protagonismo de Bruce Campbell himself (es feo que, luego, cuando facturaron la peli en sí, no le ficharan ni como secundario... pero lo pasaremos por alto) Y no olvidemos la primera colaboración oficial de los Coen con Raimi en la divertida "Crimewave (Ola de crímenes... ola de risas)" (donde surgiría el nombre de "Hudsucker", que los hermanos reciclaron para la misma peli ahora reseñada y, de forma más llamativa, su simpática-pero-poco-más "El gran salto") Con los años, unos y otros se harían un nombre en la industria. Raimi apostando por un cine abiertamente comercial, y los Coen por uno un pelo más autoral, que les valió mucho prestigio y, por supuesto, algún que otro Oscar. Pero la amistad de los cineastas siguió. Podemos ver a Raimi acribillado en "Muerte entre las flores" o a Campbell en una pantalla de televisión en la estupenda "Fargo". Según leí, el director de "Darkman" anda rodando un documental sobre los Coen que, dijo, terminará el día que uno de los dos palme.
Cuando Sam Raimi decidió apuntarse a un cine un poco más "serio", más "de personajes", lo hizo con una película nada desdeñable, "Un plan sencillo". Inevitablemente, por su condición de thriller, sus poso dramático y su ambientación nevada, recordaba un poco bastante a "Fargo". Sí. Es posible. Y pronto cayeron acusaciones de "copia" o "imitación". Lo que nadie parece ver, o querer ver, es que años antes los Coen se habían inspirado en el cine de su amigo, concretamente con "Arizona Baby". Así pues, el caso de "Un plan sencillo" estaba perfectamente justificado.
Que después de una peli tan "indie", tan "arty", reposada y relajada como "Sangre Fácil", Joel y Ethan Coen dieran el salto a cierto cine mainstream con una comedia desmadrada, loca y excéntrica como es "Arizona Baby", seguro les valió muchos palos de cierta crítica sesuda. No me extrañaría que incluso llovieran acusaciones de "vendidos". Todo es posible. Obviamente, vista hoy, está claro que "Arizona Baby" poco tiene de convencional. A pesar incluso de su mensaje "conservador" (la familia es lo primero) y su "happy end". Suerte que los Coen son los Coen, y abordan todo ello con cierta ironía.
H.i. es un delincuente de baja estofa que no para de entrar y salir de la cárcel. Hasta que un día se enamora de una policía. Deciden casarse y formar una familia. Pero ella no puede tener hijos, así que, ante el desespero, le mangan el bebé a un magnate que ha tenido nada menos que cinco... con el consiguiente y consecuente lío.
La relación de los hermanos Coen con la comedia es irregular. Está asumido y demostrado que su fuerte es el thriller, porque cuando se meten en una abiertamente de risas, les suelen salir o razonablemente bien ("El gran Lebowski", "Un tipo serio", así como los acertados momentos humorísticos de la misma "Fargo") o muy mal ("Quemar después de leer" es espantosa. Y "O brother!" le va a la zaga, solo se salva la banda sonora) Afortunadamente, "Arizona Baby" pertenece al primer grupo. Como decía, lo más llamativo es el dinamismo y la velocidad que gasta, con unas maneras de "cartoon" (el personaje de Nicolas Cage es casi la versión carne y hueso del Pájaro Loco. También están esas llamaradas de fuego en plan Coyote & Correcaminos que deja la moto del caza recompensas ... entre otras ideas) y, pues eso, los ya citados préstamos del cine de Sam Raimi, como los frenéticos steadycams (hay quien los cita como directo homenaje a "Posesión Infernal"... no se yo), la cámara subjetiva, planos aberrantes, bizarros y forzados, etc.
Añadan al caldo las clásicas "set pieces" de comedia puramente visual que los Coen hacen tan bien (y que abundaban generosamente en "El gran salto", siendo lo mejor de la misma). La parte intermedia del atraco al supermercado es de órdago. Pero hay más. Todas estupendas, muy conseguidas, y que le dan a la película un aire muy fresco, muy vivo, enormemente agradecido. Incluso los diálogos tienen un chorro de chispa, y hay chascarrillos que se te quedan grabados, como ese "Pues entonces, adelante!".
El reparto está cojonudo, del primero al último. Un Nicolas Cage casi irreconocible. Una guapísima, pero guapísima, Holly Hunter (aún fresca de su paso por "La quema"), haciendo de mujer inquisidora y agotadora en su deseo de tener prole. Un sensacional John Goodman (puede que sea lo mejor de la peli), acompañado de un pizpireto William Forshyte. La inevitable Frances McDormand como maruja insufrible y M. Emmet Walsh, repitiendo ambos con los Coen tras "Sangre Fácil", o Randall 'Tex' Cobb en su impagable parodia de un guerrero de la carretera propio de "Mad Max 2" (detalle que cobra todo el sentido cuando vemos a los hermanos, en una entrevista publicada en la revista "Fangoria", referirse a aquella como su película favorita de todos los tiempos. Ahí es nada)
Si algo saben hacer bien Joel y Ethan Coen es elegir canciones para la banda sonora. Lo han demostrado de sobras con "Sangre Fácil", "A propósito de Llewyn Davis" o, como decía, "O brother!". Y aquí ocurre otra vez. El tema central, a base de banjo, aullidos y silbidos, es una delicia.
Como dato alternativo, señalar la posterior, curiosa y "exploitable" -al menos para el mercado nacional- aparición de una oscurilla película que llegó a nuestros estantes videocluberos con el muy evidente título -y una no menos parecida caratula- de "Motor Baby" ("Easy Wheels" en v.o.) En su época la ignoré. Y así ha sido durante décadas hasta que hace poco, y de modo totalmente accidental, descubrí que venía producida por Sam Raimi, Robert Tapert + Bruce Campbell y coguionizada por el hermano Ivan Raimi (hay quien sitúa a Sam también como responsable del liberto pero, a menos que se oculte tras seudónimo, en los créditos no figura como tal)
Lo dicho, "Arizona Baby" es una estupenda película, y una no menos estupenda comedia, muy recomendable.