Esta peli me la regaló una buena amiga. En VHS, para más señas. Así a simple vista, no me dio precisamente buena espina. Pero entonces me informé un poco y el panorama pilló mejor color. Tanto que ayer noche decidí darle una oportunidad.
Cuenta la historia de un desquiciado veterano del Vietnam que aterriza en Irlanda, en pleno conflicto. No tiene donde caer muerto, ni dinero, ni nada. Su única posesión es un odio irracional hacia las mujeres. En eso que un día se fija en una casa habitada por ocho enfermeras. Todas ellas jóvenes y atractivas. Y como era de esperar, una noche se cuela, cuchillo en mano, y se dedica a aterrorizar y agredir, tanto física como mentalmente, a las mozas, una por una.
¿Suena seco y contundente?, es que así es "Nacido para el infierno", una producción Canadiense del año 1976 notablemente inspirada en los asesinatos de un psycho-killer real, Richard Speck, quien básicamente hizo exactamente lo mismo que el prota de la peli, pero en Chicago durante los 60. Como mandan los cánones del cine setentero, el film narra los hechos de modo desconcertantemente honesto y realista, sin arrebatos de "cine de género" (o no muchos, al menos), sin estilismos, incluso la música a penas se oye. El nivel de erotismo y truculencia está, se ve y se vive, pero tampoco es excesivo. Quizás sea más duro el tema psicológico, con algunos momentos genuinamente perturbadores como cuando obliga a dos chicas a liarse en plan lésbico o el crudo suicidio que una comete ante los asombrados ojos del asesino. Molesta un poco todo el rollo político de Irlanda, metido ahí con calzador por aquello de otorgar a la peli un algo más de cine serio y concienciado, pero tampoco agobia en exceso. El final, como es lógico, queda lejos de ser feliz.
Los actores están todos muy dignos, especialmente el asesino, interpretado por un sobrio Mathieu Carrière. Denis Héroux, director, tiene una filmografía colorida y variada, aunque más activa como productor.
No es ninguna obra de arte, pero "Nacido para el infierno" sorprende en su efectiva sencillez y contundencia. Sin duda, una peliculita bastante recomendable.