Guillermo del Toro es
muy listo, muy muy listo, ha sabido aunar nostalgia y efectos especiales
alucinantes para darnos esta nueva versión de Mazinger Z elevada a la enésima potencia.
Y es que no nos engañemos, lo primero que nos viene a la mente al ver a un robot
enorme es el de Koji Kabuto. Pero no solo de robots trata esta película, sino
que también están los monstruos gigantescos, que en la película llaman Kaijus,
cuyo nombre proviene del genero que popularizo Godzilla y cuyo responsable
Ishiro Honda, fue el máximo exponente. Así que lo primero que vemos son las
influencias, manga y pelis de Godzilla. Go Nagai e Ishiro Honda. Entonces ¿Que
hace Del Toro? Pues servirnos en bandeja estos elementos pasándolos por su
filtro (con sus cosas buenas y sus cosas malas)
y dando al espectador lo que quiere ver, robots dándose de hostias con
Kaijus. Y con esto yo ya hubiese estado contento, pero con eso de que hay que
dotar a la película de un “algo más”, se inventa la historia de que sean dos
los pilotos para controlar al robot, y que además se tienen que conectar
mentalmente, compartiendo recuerdos. Para que la conducción de los enormes
robots sea perfecta, los pilotos han de tener una buena sincronización mental,
o no sé qué pijadas, así que no valen dos cualesquiera, tienen que ser
compatibles. Cuando se conectan mentalmente, sus mentes va a un lugar llamado
la deriva, una especie de imagen mental de sus recuerdos, en los cuales podrían
quedar atrapados. ¿De qué sirve todo esto al espectador? Pues para que podamos
ver momentos del pasado entre dos de los personajes importantes de la película.
La historia va tal que así, se abre una puerta dimensional en una falla en
el fondo del océano pacifico, de allí saldrán los Kaijus con la única intención
de destruir lo que puedan. La humanidad las pasa putas para acabar con los
primeros que aparecen, así que todos los países dejan a un lado sus diferencias
y crean a los robots gigantescos. Según comentan en un momento de la película,
en un solo brazo hay 50 motores diesel para moverlos (ey, al ser diesel gastan
menos) Al principio estos robots son suficiente para derrotar a los Kaijus,
pero según van apareciendo nuevos monstruos estos son más grandes, más fuertes
y han aprendido las técnicas de combate de los robots controlados por humanos, así
que el proyecto de los robots empieza a no ser tan efectivo. Se deciden poner
enormes murallas, pero los Kaijus las derriban fácilmente. De nuevo los robots
son la última oportunidad de la humanidad.
La peli tiene su historia entre los pilotos, su general y
unos narcotraficantes de restos de Kaijus (y ahí es donde vemos la parte mala
de Del Toro, que mete a dos “amiguetes” en unos papeles que ni van ni vienen
mucho, sobre todo el del más “amiguete”) También cuenta con unos estereotipos más
que vistos, los alemanes regios, los chinos como una unidad que en vez de ser
dos son tres los pilotos, y los americanos que son los que salvan la papeleta,
pero vamos, no es algo de lo que quejarse, es simplemente lo típico. La única pega
que le puedo poner es que empieza muy muy bien la peli, luego tienen un pequeño
bajón de ritmo, por eso de desarrollar las historias de los personajes humanos
(cuando lo que queremos es ver robots dando leches) para finalmente volver a la
acción con unas peleas espectaculares, en la que en una de ellas, podemos ver
como un buque carguero es utilizado en forma de bate de baseball, genial! Otra
de las pequeñas pegas que le veo es lo que denomino Lag. Los que hayan jugado a
juegos online saben de lo que hablo, tú ordenas una acción, pero tu personaje
no la realiza hasta pasado unos segundos, esto en un juego es la muerte. En la película
vemos el plano de los pilotos lanzando un gancho, y posteriormente vemos el
plano del robot lanzando ese mismo gancho. Esto hace que el ritmo sea algo más
pausado y se podría haber solucionado perfectamente con un montaje de imagen
sobre imagen, en plan cuadradito pequeño en una esquina o algo por el estilo.
De esta forma las peleas ganarían en dinamismo y también identificamos más a los
pilotos con los robots. Anda que no quedaría guay media pantalla con los
pilotos haciendo un uppercut tipo Shoryuken y el robot en la otra mitad
imitando el movimiento. Bueno, esto igual lo dejan para la segunda parte y es
que Del Toro ya está escribiendo el guión, y esa secuela no se me escapa de los
cines viva.
Mola.