martes, 10 de diciembre de 2013

FUERZA MORTAL, CAZAR AL NEGRO

Max H. Boulois, al que podríamos tildar del Fred Williamson hispano-francés, es un artista completo dentro de la serie Z y el “Euro-Trash”. Actor, director, guionista y músico, a principios de los ochenta, como Max B. (una de tantas variantes de su nombre), sacó un par de singles adscritos a la música disco que le dieron cierta popularidad -seguro que muchos se acuerdan de “Súper Bwana”, con aquella letra que decía “Temblad, hembras, llega Súper Bwana”-. Fue flor de media primavera. Aunque la pasión de este hombre siempre estuvo enfocada hacia el cine. Tampoco realizó tantas películas como le hubiera gustado, pero las que hizo, siempre con su condición de negrata por bandera y los medios ínfimos con los que contaba, son autenticas "delicatessen".
Gracias a Ordel, me agencio una copia de esta película de sugerente título, “Fuerza Mortal, Cazar al negro”, que el mismo Boulois dirige e interpreta, cuya carátula había visto en el video-club millones de veces, pero, por lo que fuera, nunca alquilé y cuenta algo ya muy trillado en el cine como es el tema de la cazería humana. Desconozco la trascendencia que pudiera tener la película en su momento, pero catorce años después se estrena “Juego de supervivencia” de Ernest R. Dickerson, con Ice- T de protagonista, que si no se trata de un remake de la de Boulois, es un absoluto plagio. Lo mismo, pero pasado por el tamiz de la movida madrileña, podríamos decir de “Poppers”. Así que, por lo que a mí respecta, y si no me dicen lo contrario, “Fuerza Mortal, Cazar al negro” sería la primera referencia que yo tengo sobre las películas de cacería humana de tintes racistoides, es por ello que no contaría acá la recurrente “The most dangerous game”.
Conocida internacionalmente con los títulos de “The Big Game” (de "Dangerous" pasamos a "Big"... ejem) o el delirantísimo “Mad Mex: The Black Fighter” según algún avispado distribuidor que, por los atributos casi tercermundistas de la película, consideró que debía ser mexicana, narra la historia de un ex-combatiente de Vietnam quien, por su raza, es requerido por una organización con la fea costumbre bárbara de soltar a un negro en el campo y darle caza, previo aliciente de entregarle un millón de dólares si consigue escapar. Como se trata de un hombre preparado, lo consigue y al ir a recoger su millón, por desconfianza envía a su amigo, quien morirá por efecto de una bomba. Es el momento pues de que el negrazo se vengue de esta horrible gente que caza negros.
La película, llena de carencias como es norma en productos de esta índole, resulta, no obstante, tremendamente entretenida y poseedora  de un ritmo absolutamente endemoniado, amén de una trama de lo más fardona que convierten sus escasos ochenta minutos en puro disfrute viendo a Max H. Boulois cargándose blanquitos cabrones. Accidentalmente, y por maneras, se convierte en uno de los pocos “blaxploitation” producidos en España – en los posibles “blaxploitation” restantes, también andaría por detrás Max H. Boulois-, haciendo alarde de la chulería, el macarrerío y el carisma de un producto propio del subgénero.
No deja de parecerme curioso el contraste entre interiores y exteriores siendo los primeros pequeños sets de rodaje mal decorados, espacios súper reducidos, en contraposición a los exteriores de New York o Florida, donde, con dos cojones, el equipo de filmación rueda en plan guerrilla, sin permisos, y explotando los lugares hasta la extenuación; el 45% de la película son largos planos de Max B. paseándose por las calles de la Gran Manzana, filmados al nivel del asfalto o desde una azotea, mientras suena su propia música disco. Y eso mola que te cagas.
Por otro lado, el megalómano millonario que quiere darle caza, no vive de forma tan lujosa como cabía esperar, y su aspecto canta a paleto de pueblo, por mucho que quiera hacérsele pasar por americano, igual que al resto del reparto, Virginia Mataix incluida, que apestufa a españolitos setenteros. He memorizado un diálogo del villano (sin réplica) de un momento crucial de la película: “Dice usted que el negro se asemeja al jabalí: poco inteligente y solo peligroso cuando está herido. Pero yo creo que el negro, indudablemente, es el rey de la selva. Es el único animal que puede llegar a pensar como un blanco, e incluso, anticiparse a nuestros movimientos”. Un discurso tan exageradamente racista –y escrito por un negro- que lejos de consternar al espectador, le llena de hilaridad. Pero es lo suficientemente efectivo como para que cojamos tirria al millonario, y deseemos con todas nuestras fuerzas que el negro lo mate pronto.
En resumidas cuentas, una joya del “Euro-trash”, del “explotation”, del “blaxplotation” y todo con producción española, y actores de, no ya tercera, si no cuarta categoría. Un incunable.
Boulois rodó dos películas más, “Othello, el comando negro” y “Asalto al casino”, además de intervenir como actor en joyas del “trash” hispano como puedan ser “Dinero Maldito” o la ilocalizable e ignota “Cabo de Vara”, del no menos interesante Raúl Artigot.
Completan el reparto de "Fuerza Mortal, cazar al negro" Tom Hernández (“Tunka, el guerrero”), Virginia Mataix (“Pareja enloquecida busca madre de alquiler”) o William Anthom (“Profesor Eróticus”)
De lo mejor de la serie Z española que podemos echarnos a los ojos. Y Max B., mola de cojones.
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