En fin, da la casualidad, por si aún no lo sabían, que yo sí soy -moderado- acumulador de vídeos y conozco a otros que sufren tan grata enfermedad, como el Sr.Enorm. Él fue quien me avisó del asunto y a él me pegué como una lapa en su primera visita a tan emocionante antro. Tranquilos, no voy a poner ni imágenes, ni vídeos del lugar, pero creánme si les digo que aquello era ESPECTACULAR. Un piso, entero, repleto de estanterías y, en esas estanterías, cintas y más cintas. A porrillo. Algunas con las cajas cambiadas, sí, pero también las había originales, y fueron más de las que pensaba. ¿Fechas?, pues de todo un poco, aunque las ediciones que más abundaban eran aquellas surgidas en pleno boom del videoclubismo, y de ahí en adelante.
El caso es que, a todo ello, hay que sumarle un dato de interés extra, maravillosamente espeluznante. Muchas de aquellas cintas, incluso las más abuelas, eran copias sin desvirgar. Que sí, que no es coña, llevaban una etiqueta que así lo indicaba. Imagino que los dueños querrían conservar al menos una de cada tal y como salieron de fábrica. Por si acaso. Y ahí se pasaron todos estos años, sin que ninguna mano les echara el guante y ningún cabezal las deshonrara. Resultaba fascinante abrir las cajas y encontrarse con unos soportes nuevos, brillantes, lustrosos y sin una mota de polvo de títulos como "La galaxia del terror", "Dreamaniac", "Museo de Cera", "Hysterical" y tantas otras (las que no anden por aquí ya reseñadas, acabarán apareciendo, no desesperen).
Aunque la joya de la corona fue "Usted primero, por favor", la infravalorada pero divertidísima comedia de Mark Pirro y por la que en este blog sentimos especial estima. No es ya que estuviera nueva, lista para estrenar, es que ni tan siquiera le habían quitado el plástico protector. El día que la agarré de los estantes casi me temblaban las manos de emoción. Y cuando decidí que era momento de romper su metafórico himen (con el sano fin de digitalizarla), sabía que me iba a topar con una cinta limpia de impurezas... pero no contaba con una sorpresica extra que fue de lo más celebrada por mi cascada persona.
Al abrir la caja, varios papelotes salieron esputados. Los más guachis fueron dos pegatinas, sí, pegatinas, una de "Mi novia es un diablo" y la otra -la más molona, claro- de "Exterminador 4". Junto a estas, un catálogo del sello distribuidor, "CB Films", desplegable y repleto de carteles de películas bien reconocibles y entrañables. Todo ello en tan buen estado y tan poco manoseado como una tumba egipcia huérfana de descubridor. Y ustedes se preguntarán, ¿cuánto pagaste por ello?... ahí está la garcia, ¡únicamente un puñetero euro!.
En fin, tanto fue el alegrón que, a pesar del ridículo que voy a hacer aireando una obsesión a la larga tan inútil -pero tan adorada/able-, decidí hacer fotos de todo ello y compartirlo con ustedes.
Sí amigos, yo fui el primero... el primero en abrir la caja y sobar todo aquello.... y no hizo falta que me lo pidieran por favor. Fue un gusZto!.
Deleitense...
Así venía la "tape", con su plástico y su etiqueta.
Detalle de la misma (ya destripada la protección).
He tachado el nombre del video-club para
garantizar mi seguridad personal.
Y así quedaba una cinta una vez desprovista
de todo el paripé.
Una vez abierta, y al sonido de "¡plop!", surgían
estas chuches tan deliciosas.
Antes de centrarnos en ellas, dejen que haga un pequeño
paréntesis para mostrarles la cinta. Limpia, brillante, pulcra
y diciendo aquello de "Cómeme!".
En cuanto a las chuches, ahí tienen las dos maravillosas pegatas.
Y este es el delicioso catálogo de "CB Films", que una vez
desplegado, quedaba así...
A pesar de su efecto acordeón, ya divisamos algunos
títulos de interés (la gran mayoría cortesía de
Menahem Golan y Yoram Globus), pero
vamos a centrarnos en ellos....
José Antonio de la Loma, Pino Donaggio, Max Von Sydow,
Chuck Connors...... ¡me corro!.
¡¡VAYA PAR!!, "Exterminador 2" y "Desaparecido en combate",
¡viva la "Cannon"! manque pierda.
Más "Cannon", destacando esta vez su celebrado ciclo ninja...
Hace muchos años que vi "Psicópata" (escalofriante caratula), y no me gustó nada,
como tampoco me gustó la otra peli del mismo palo de David Paulsen, "El asesino
tras la máscara". Ahora daría lo que fuese por revisarlas y reseñarlas.
Igual hasta me gustarían. Cosas de hacerse vieja.
Una saga sobre la que Víctor está muy empollado.
Y al lado, Rocío Durcal, ¡toma ya!.
Y nos despedimos con un hombre lobo adolescente
y con un gato, "Heatchliff", ¿se puede terminar de mejor manera?.
Lo dudo.