Yo soy muy fan, no ya de la película, sino de su
protagonista Andrew Dice Clay.
El culto que esta película generó en España viene de un pase
que le dedicó a la misma Antena 3 en su espacio estrella de cine de cuando se
emitió. Ahí muchos descubrieron esta película cuyo doblaje parecía hecho por
aficionados, y en el que el lenguaje populachero del protagonista, lleno de
expresiones más propias de un garrulo español que de un detective roquero de
Brooklyn –al que da vida Clay- caló hondo en cierto sector. De hecho a día de
hoy podemos escuchar en la calle frases de Ford Fairlane tales como “Tanto hijo
de puta y tan pocas balas” o “La madre que os parió, hijos de puta”, con el
aire teatral que le otorgaba el actor de
doblaje al que le asignaron el personaje,y con la misma facilidad que
escuchamos las frases de Chiquito de la Calzada.
Mucho se sorprenderían esos fans si la vieran en versión
original subtitulada y comprobaran que todas las expresiones del doblaje, salvo
en contadas excepciones, son literales,
son las mismas que usaba en inglés Andrew Dice Clay, ergo, a mi lo que
me sorprende es que esas expresiones salgan de la boca del actor americano, no
del doblaje. Luego, indagando más en el actor protagonista y en su humor,
descubrí que es que el tío es lo soez dentro de lo soez, y que en todas las
frases mete las palabras “Fuck” o “Mother fucker”, muchas veces de manera
indiscriminada y sin venir a cuento, así que todo cuadra.
Pero ese doblaje tan malo y a la vez tan gracioso, no es una
cosa anecdótica, que va. Resulta que a
principios de los noventa, fuera por el motivo que fuera, los actores de doblaje
convocaban huelgas regularmente, y no doblaban las películas durante cortos periodos
de tiempo. Las películas tenían que ser dobladas, así que comenzaron a hacerlo
con actores de doblaje de la televisión Gallega, o como en la que nos ocupa,
sustituyendo al actor de doblaje por un no profesional. En este caso se contó
con Pablo Carbonell, líder de “Los Toreros Muertos”,y que ya empezaba a hacer
algún que otro papelillo en cine, para darle voz en Castellano a Ford Fairlane.
Y fue un acierto. De hecho la película goza de la fama que goza hoy en España,
gracias al doblaje de Carbonell. Si esa huelga de actores no se hubiera llevado
a cabo, “Las aventuras de Ford Fairlane” sería hoy una película más, sin apenas
gracia que habría pasado totalmente inadvertida.
Y en cuanto al mal doblaje de Pablo Carbonell, es posible
que sea algo meramente casual, pero lo cierto es que Andrew Dice Clay es un
espantosísimo actor, pésimo y Pablo Carbonell se limita a imitar la forma de
hablar del actor americano. ¡Y lo clava! Si tienen el DVD pónganse la película
en ambos idiomas y comprobarán que no
hay diferencia alguna en la forma de hablar de Carbonell y de Dice Clay.
Entonces, si, Pablo Carbonell interpreta fatal… pero es que curiosamente,
Andrew Dice Clay en su versión original, lo hace así de mal también… En
cualquier caso, el poder verla doblada y
entenderla, nos da la versión buena y divertida de la película.
“Las aventuras de Ford Fairlane” está basada en una serie de
relatos escritos por el novelista Rex Weiner, que se publicaban semanalmente
en revistas centradas en el Rock & Roll
tales como el “New York Rocker” o en “L.A. Weeckly”, y cuenta la historia de
un músico de Rock & Roll que viaja
hasta Los Angeles para convertirse en estrella, pero, por las veleidades del
destino acaba convirtiéndose en detective especializado en casos relacionados
con el Rock & Roll. Esta vez, es contratado por enigmáticas personas para
encontrar a una groupie que ha desaparecido, justo después de la supuesta
muerte por sobredosis de una estrella de Heavy Metal. Entre gilipollada y
gilipollada, tendrá que resolver algo
más que esa desaparición.
La película, acumuladora de “Razzies” (para los rezagados,
decir que se trata de los premios a los peores del año) hasta la médula en
1990, y famosa por ser una malísima película, en realidad no es tan mala como
dicen. Yo creo que es una gran comedia de acción, subgénero este hasta ahora
representado por sosas “Buddy Movies” de manual, que no le llegan al forro a
esta. Bien rodada por Renny Harlin, con un ritmo poco menos que trepidante, la
mala interpretación de Clay/Carbonell, no deja de ser un aliciente a una
película entretenidísima, que, efectivamente, sin Clay/Carbonell no sería lo
mismo (de hecho no sería de culto) pero sería una película que se puede ver
perfectamente. Incluso, diría que se trata de una muy buena película y ¿por qué
no? lo mejor que ha hecho Harlin en su
irregular carrera. Las escenas de acción son más que decentes, y la
galería de chascarrillos, demencial. Imposible aburrirse. Con esta, no.
En el reparto tenemos nada menos que a Robert Englund
haciendo de malo psicópata, y el resto del reparto lo componen cameos de
estrellas de la música como puedan ser
Vince Neil (de los Motley Crüe), Tone Löc o Sheila. E, y actores como
Wayne Newton (“Licencia para matar”, “Campeón de campeones 2”), Priscilla
Presley (“Agárralo como puedas”, “Austin Powers”), Lauren Holly (“Dos tontos
muy tontos”, “Dragón, la vida de Bruce Lee”) o Ed O’Neill (“A la caza”,
“Cinturón Rojo”).
Por lo que a mí respecta, ¡cojonudísima!