Sexploitation de finales de los sesenta en plan falso
documental con ciertas trazas de mondo sexual (trazas estas, probablemente
inintencionadas), que en poco más de media hora nos muestra una serie de
comportamientos sexuales depravados en la ciudad de Los Angeles, supuestamente
inspirados en los anuncios clasificados reales que se publicaban en unos
periódicos que se estilaban mucho en los sesenta y que ofrecían a los usuarios
contactos sexuales. Así, un individuo, micrófono en ristre, se dirige a cámara para,
en tono paternalista, hablar de la gran ciudad, denunciar la depravación sexual
que hay en ella, y el tipo de relaciones carnales que solían mantener los
anunciantes de estos periódicos. A partir de ahí, la película está compuesta de
segmentos que nos muestran dichos comportamientos sexuales, mientras escuchamos
voces en off que comentan las imágenes que vemos en pantalla, conversando entre
ellos y escandalizándose con lo que ven.
Una película denuncia como tantas hubieron en la época, que
con la tontería nos muestra todo el folleteo que es lo que en
realidad están vendiendo. Nada del otro mundo. Vemos desde tíos
que se van de putas, a sexo en grupo en una ducha, pasando por unos moteros que
echan pulsos y luego se frotan sobre unas tías en pelotas (y esas mismas tías
dando vueltas en círculo con una moto) o un escultor que para realizar su obra,
necesita recortarle los pelos del coño a una fresca que posa para él.
Aburrida, sosainas y con las escenas soft más anti lívido
que se pueda echar uno a la cara. Eso sí, el puñetero blanco y negro hace lucir
todo siempre muy bonito. Hace que películas malas como esta, parezcan
artísticas.
Poco (o nada) más que decir.
Sin embargo, me ha hecho mucha gracia la reseña que sobre la
película hizo un usuario llamado lor_ en
IMDB, que se despacha a gusto con “I Want More” y se indigna con el hecho de
que se publicite como una protagonizada por Cathy Adams, cuando en
realidad no aparece (puede ser debido a que la
película cuente con varias versiones, una de media hora de duración, otra de
casi una hora y, quizás, Adams, apareciera en el metraje recortado de
alguna de las versiones, pero esto es algo que no he podido contrastar, tan
solo una elucubración. No obstante, me encanta que este usuario se cabree tanto
con esta cuestión) y, tras poner a caer de un burro la película, arremete
asimismo contra los intérpretes y, más aún, contra la gente de
Something Weird Video, que la editaron en DVD, incluyendo un audio
comentario, y se ve que tiene algo personal contra ellos. Así, a uno de los
comentaristas, al que tacha sarcásticamente de “historiador de cine” y de
novato, le insulta llamándole directamente idiota y le acusa de no saber el
precio real de los periódicos a los que se hace referencia. Todo con muy mala hostia y muy
gracioso. Mejor que la propia película. Así pues, no vean "I want more", no vale
nada, pero ¡Corran a IMDB a leer la reseña!
Por supuesto, el productor y director del film, Jack
Beap, no dio señales de vida después de hacer esta cosa ignota y rara.