Un jovenzuelo acude a pasar el verano a casa de su padre y, de paso, ayudarle en el negocio de alquiler de lanchas del que es dueño. La mala fortuna hará que se implique en un siniestro caso de brujería cuando una vecina sea poseída por un ente maligno que habita el bosque y al que le encanta devorar niños. Luchará contra viento y marea, y la incredulidad general, en parte motivada por la misma bruja y sus poderes, para detener a esta y evitar sus malas artes.
"The Wretched" hace gala de un buen acabado. La caracterización de la bruja/criatura diabólica está un rato bien (algo deudora de la iconografía japonesa) y hay momentos macabros y medianamente truculentos para ponerle a uno contento. Sin embargo, el protagonista es sumamente irritante -lo que elimina cualquier atisbo de empatía- y, en general, todo atufa a convencionalidad, a más de lo mismo. Las ideas mínimamente originales quedan ensombrecidas por el resto. Al terminar, te olvidas de ella con pasmosa facilidad.
DREAMKATCHER: Una familia se instala a vivir en una casa en medio del campo. Una donde la difunta esposa del padre fue en el pasado asesinada a hachazos por un niño. ¡Ya son ganas!. Y claro, pasa lo que pasa, que un terrorífico ente que habita el bosque contiguo tiene intención de poseer al crío del clan para que repita la hazaña.
De entrada la trama nos invita a suponer que vamos a ver lo de siempre. Y sí, en cierto modo es exactamente así. Lo que pasa es que, al estar bien contado, haciéndolo medianamente interesante, no nos aburrimos demasiado. Incluso nos metemos en la historia, a pesar de su evidente previsibilidad. Y de este modo tan positivo terminaría la reseña si no fuese porque, llegado el clímax final, parece que sus responsables no saben cómo terminar. Lían la troca, nos cuelan escenas muy torpes y todo concluye del modo más deslucido y poco inspirado posible. Una pena. Ello no implica que, a pesar de los pesares, "Dreamkatcher" sea bastante digerible. La presencia en el reparto de Radha Mitchell y Henry Thomas contribuyen a ello. Mientras que la de Lin Shaye y Joseph Bishara aclaran las ya de por sí muy evidentes influencias. Hurgando en ambas filmografías localizamos una ralea de clarificadores títulos: saga "Insidious", saga "Expediente Warren", saga "Annabelle" y sendos refritos de estas como "El otro lado de la puerta", "Ouija: el origen del mal" o "La llorona". Más claro, el agua.