sábado, 27 de junio de 2020

MALEVOLENCE 3: KILLER

Sorprende, y no para bien, el caso de esta tercera y -al menos de momento- última entrega de la saga "Malevolence". Después de los notorios resultados de la segunda parte, desconcierta presenciar un auténtico paso atrás. Da la sensación que Stevan Mena (más pluriempleado que nunca: director, guionista, productor, editor y compositor de la banda sonora) hiciera un poco lo que Don Coscarelli cuando no consigue levantar el proyecto que quiere: Recurrir a aquella franquicia que sabe le funciona a la hora de atraer la atención de inversores, prensa y público. Sin importar si el presupuesto es menor, mucho menor, y si los medios y actores con los que ahora cuenta quedan por debajo del título precedente. En el caso de Coscarelli es "Phantasma", en el de Mena es "Malevolence". Y con ambos ejemplos, hablamos de un modo muy poco lustroso de jorobar tu propio legado.
"Malevolence 3: Killer" arranca justo donde terminaba la primera (no olvidemos que la segunda era una precuela). El asesino escapa de aquellos que quieren matarle y se dirige a su antiguo hogar, que ahora habitan un oportuno grupo de preciosas estudiantes a las que no les importa pasearse con poca ropa. Todo ello a la par que el "Dr.Loomis" de rigor lo persigue y, en el camino, se topa con la abuela del psycho killer, a la que da vida en plan guiño tremendo Adrienne Barbeau. ¿El resto? Pues unos cuantos crímenes y poco más.
Así pues, estamos ante un auténtico regreso al slasher más ortodoxo, y además de verdad, perfectamente recreado y sin odiosas postmoderneces. Por ejemplo, las escenas de asesinatos son intensas, sí, pero sin perder las formas, sin excesos, que es un mal muy común de todas aquellas pelis que se venden como homenajes a los clásicos. Sin embargo, eso que para muchos de ustedes puede ser una aspecto positivo, a mi ya no me vale. He deglutido demasiados slashers en mi vida como para encontrarle algo especial a este, tan aferrado a los dogmas del subgenero. Su misma cualidad es a la vez su mayor enemigo. Al menos no es tan aburrida como la primera entrega, aunque sí denota una cuantiosa falta de medios. Se ve un pelo más cutre.
Solo para fieles a la saga o adictos al slasher sin posibilidad de redención. Me quedo con "Bereavement". Pero de largo.
Si Mena fuese un tío listo, no haría una cuarta.