miércoles, 23 de marzo de 2022

MINUTOS MUSICALES 2: STRATFORD MERCENARIES

Aunque tarde, volvemos con una nueva dosis de excitantes minutos musicales (aquí pueden saborear la primera) y la intención de que se convierta en una sección habitual (de hecho, ya les puedo garantizar unas cuantas entregas más) Preferentemente, la cosa girará en torno al punk y sus numerosas variantes sonoras, estéticas e ideológicas. Muchas discutibles, casi todas altamente consumibles. Pero hoy, los elegidos para la gloria son los "Stratford Mercenaries".

A su manera, dentro de circuitos punkistas y marginales, los "Stratford Mercenaries" eran todo un super-grupo. Gran parte de sus componentes habían comulgado en las filas de sendas bandas muy prestigiosas y queridas por la platea adecuada, a saber: Phil Barker, que por entonces tocaba con los clásicos "Buzzcocks". Gary "Gazzer" Buckley de los "Dirt". Y especialmente Steve Ignorant de los "Crass", una de las bandas más notorias del punk inglés de los ochenta en su vertiente genuinamente politizada, lejos de la más acomodaticia e inimaginativa afín al resto del punk de las islas. Los "Crass" eran anarco-punks, eran DIY hasta extremos delirantes, eran anti-sistema convencidos. Tanto como para poner nervioso al gobierno británico. Eran la alternativa de la alternativa e hicieron historia (eso no quiere decir que su currículum fuese impoluto... pero comparado con el resto, poco faltaba)
Otra de sus características, motivo por el que tampoco resultaban muy comerciales -en ningún sentido, pero, muy especialmente, punkeramente hablando- y todavía hoy provocan urticaria en mucho aficionado, es que su sonido quedaba lejos de ser previsible y encajar en el molde de lo que se supone era punk estándar. A veces tanto, que se volvían estrictamente inaudibles. No por ruidosos, sino por raros o aburridos. En ese sentido, representaban al punk + genuino, si consideramos este como la libertad creativa total y absoluta, el huir de aquello ya asumido y alienar a tu misma audiencia.
Los siguientes proyectos sonoros en los que se embarcó Steve Ignorant destacaban por mantener viva esa esencia creativa. Como por ejemplo "Schwartzeneggar", con quienes no conseguí congeniar por mucho que lo intenté (aunque una reciente escucha podría hacer cambiar tal percepción) Sin embargo, el caso que nos ocupa, los "Stratford Mercenaries", es levemente distinto. ¿Por qué?, porque se trata de la perfecta simbiosis entre el rarismo libre herencia de los "Crass" y el sonido más común que entendemos por punk (cortesía, supongo, del resto de componentes). Así, sus grabaciones no son ni demasiado chapas por aburridas, ni demasiado monótonas por repetitivas. Gastan un sonido fresco, original y disfrutable.
La primera vez que los escuché fue en "Live in the U.S.A. 1997", un vinilo con varios temas grabados en directo. Flipé por la intensidad y lo guarrindongos que sonaban. Tiempo después, hurgando en mis tiendas de discos habituales, di con "Sense of solitude", su LP de bella, misteriosa y algo "Crass"-iana portada. Nada más reproducirlo, quedé absolutamente prendado por el primer tema (que tienen al final del texto), "No more running". Una intensa pieza de punk rock en el sentido más estricto del término a base de zumbante guitarra. Arrebatador. En seguida se ganó un puesto de honor en mi top ten particular (además la letra mola mucho, de cuando descubres que vives rodeado únicamente por gilipollas, lo que te hace sentir tremendamente solo).
Con semejante arranque, era difícil mantener el tipo. Lo que sigue no está a la altura de ese inicio brillante, pero resulta perfectamente gozable. Destacaría, por atípicas, dos canciones de tempo reposado, "Dispossessed" y "Sunday Morning Neighbours". La primera a base de caja de ritmos (con aceleración incluida hacia el final). La segunda, extensa, con unas variaciones de tono e instrumentación que desconciertan. Ambas muy cojonudas. Y perfecto ejemplo de ese "otro punk" tan afín a la carrera de Steve Ignorant. En definitiva, un buen disco.
El resto de su discografía (se separaron poco después de "Sense of solitude") la compone un e.p. llamado "No Sighing Strains of Violins" (en realidad su primera grabación oficial) donde suenan todos los temas de "Live in the U.S.A. 1997" pero más calmados y limpios, lo que les resta algo de poderío. Siguen siendo buenas canciones, aunque menos que las de "Sense of solitude". En "No Sighing Strains of Violins" el espíritu "Crass"/Ignorant manda más, echándose de menos el toque punkista tradicional de su última y muy recomendable creación.