jueves, 7 de enero de 2010

JANKY PROMOTERS

Ice Cube sigue alternando sus labores de actor hollywoodiense (porque las de rapero hace ya tiempo que las dejó un pelín aparcadas) con las de productor, también actor y en ocasiones director "indie" del mercado afroamericano, siempre desde su flamante productora “Cubevision”, que toca todos los palos genéricos, centrándose en aquellos más consumidos por los “niggaz”, en este caso acción y comedia. Siendo este segundo el que se le da realmente bien al equipo de Cube, pilla para dirigir a su colega Marcus Raboy (con quien ha compartido infinidad de videoclips) y se monta una modesta comedia de enredo en la que lucen las dotes cómicas tanto de Cube como de su colega Mike Epps, y donde vemos un poco más de lo mismo. Negros trapicheando y corriendo de acá para allá dejando muuuchos cabos sueltos. Lo que pasa es que, aunque somos conscientes de la mierda frente a la que estamos sentados, nos gusta y continuamos con el visionado sin alterarnos, para darnos cuenta de que cuando concluye, nos hemos quedado más a gusto que todas las cosas.
En esta ocasión Cube y Epps interpretan a dos promotores de espectáculos de tercera obligados a tener contento al rapero de turno al que llevan a su pueblo y, por un lado, conseguir la pasta que han dejado a deber a todo dios (como no, gangztaz incluidos) añadiendo el hecho de que Epps se lo gasta en joyas. Por otro está el hijo de Cube, que hará de telonero del rapero al que representan y tendrá que lidiar con una falta de talento absoluta. En cuanto a la producción, la noto más pobre que de costumbre, y eso, lejos de perjudicar el resultado, creo que lo beneficia.
Por cierto, ¿han visto alguna vez en su vida un cartel más feo y, sin embargo, más atrayente que este?
En cuanto a todas estas pelis que sitúan en el mapa a Ice Cube como productor solvente (dentro de ese rollo, claro), y que tanta pasta le hacen ganar, por otro lado le desacreditan como rapero. Ha perdido toda credibilidad y más sabiendo que en el concierto que dio en Zaragoza hace unos años, se aseguró que la ciudad no era peligrosa antes de salir del hotel para darse un paseo. Eso un tipo que cantaba “Fuck the police” y militaba en “El grupo más peligroso del mundo” -los maravillosos "N.W.A"-. No somos nadie.