miércoles, 16 de marzo de 2011

LEVIATHAN: EL DEMONIO DEL ABISMO

Cuando me apetece pegarme una buena siesta, mi técnica favorita consiste en leer o ponerme una película mala de esas que no te importa perderte si se te cierran los ojos. Si encima es en Domingo, quiero que sea una producción "mainstream" de entretenimiento puro y absurdo. Algo como "Leviathan: el demonio del abismo".
Hacía años que no la veía, y de mi último intento recordaba que era más mala de lo que uno puede esperar en su categoría. Sin embargo, después de 42 minutos, me sorprendió que la estaba siguiendo con interés, me parecía correcta, amena y bien facturada. ¿Dónde estaba el problema, pues?.
Bien, el problema venía justo después de esos 42 minutos. Nada más despertar de mi -muy disfrutada- siesta.
La historia no tiene mucho misterio. Base minera submarina. Los currelas dinamitan una pared y tras esta, aparece un barco ruso hundido. Dentro, localizan la caja fuerte y al abrirla, no encuentran nada de valor. Uno de ellos se agencia una petaca de supuesto vodka sin que los superiores se enteren y se la consume enterita. El muchacho comenzará a sufrir extrañas mutaciones en el cuerpo que acabará dando pié al nacimiento de un monstruo marino.
Quitando lo del experimento en la petaca y el barco ruso, que es una idea muy buena, el resto es puro "Alien" y puro "La Cosa". Y como decía arriba, el problema que tiene "Leviathan" es que empieza a volverse torpe, e incluso un pelín ridícula, cuando menos debería, es decir, cuando aparece el monstruo. Jolín, si incluso en un momento dado se ve el hilo que sujeta un tentáculo. Claro que se agradece muchísimo que los efectos especiales sean a base de látex y animatronic. Probablemente lo peor, pero peor, de toda la fiesta sea el final. De verdad, es HORRIBLE, de juzgado de guardia, tonto, idiota y muy mal hecho. Lástima, no hay nada más perjudicial que un broche de mierda.
"Leviathan: el demonio del abismo" es uno de los títulos surgidos del pequeño boom que vivimos a finales de los 80 con el subgénero de las amenazas marinas. Mientras James Cameron corría para estrenar su, tirando a chaposa y babosa, "Abyss", varios estetas intentaron adelantársele -o chupar de su éxito... que no fue tal- como Sean S. Cunningham con "Deep Star Six", Juan Piquer Simón con "La Grieta", Roger Corman con "Lords of the deeps" y George Pan Cosmatos (director de "Rambo" y "Cobra", ¡fenómeno!) con esta "Leviathan". El reparto no está nada mal: Peter Weller, Richard Crenna, Ernie Hudson, Daniel Stern, la hermosa Amanda Pays y Meg Foster con esos ojos casi esotéricos. El guión -que no es precisamente una matada- lo co-firma David Webb Peoples, con un currículum de lujo que incluye "Blade Runner" o "Sin Perdón". La criatura viene diseñada por el gran Stan Wiston (RIP). Tampoco estuvo muy inspirado, pero vale.
En definitiva, ni es tan mala como la recordaba, ni tampoco podemos decir que se trate de un clásico, solo un producto mediano y entretenido lo justo. Para mi no hace falta más.