
Tras ser detenida, una vieja gitana que se dedica a hacer ritos Satánicos y a sacrificar bebés, se suicida, tras ser amenazada por el comisario, que le dice que le va a administrar un medicamento que le hará decir toda la verdad acerca del caso en el que está implicada.
Tras morir, y dejar a la policía en ascuas, el espíritu de la gitana, saldrá de su cuerpo, para, literalmente, irse andando hasta el cuerpo de una niña e instalarse allí. Un joven cura, el padre de la niña, un teólogo y la policía, le darán sal al mejunje, mientras la niña protagoniza episodios terroríficos y desagradables.
Pues si, la verdad es que es una película altamente entretenida, quizás menos sanguinaria de lo que nos hubiera gustado, pero con los suficientes elementos, risibles o no, como para pasar un rato bueno, que ya es mucho.
Curioso maquillaje, que logra poner el mismo rostro, aterrador por un lado, e involuntariamente descacharrante por otro, en una Kali Hansa adulta, que en una Marian Salgado menor. No hay diferencia… las dos actrices tienen la misma cara, supongo que, también, porque buscaron actrices muy parecidas, que una vez maquilladas parecieran la misma persona.
En el cast, tenemos al inevitable Fernando Sancho (LA LEY DEL KARATE EN EL OESTE, EL PANTANO DE LOS CUERVOS, Y AL TERCER AÑO RESUCITÓ), que parece que en todas las películas de terror en las que aparece, hace el mismo papel, el de policía malcarado y “malaleche”, tenemos a Maria Kosty (LA REBELIÓN DE LAS MUERTAS y la ya mentada EXORCISMO) y a Julia Saly (La pocha), al igual que Kosty, habitual de Paul Naschy, también en EXORCISMO, o en cosas como OPERACION MANTIS, EL ULTIMO KAMIKAZE, EL RETORNO DEL HOMBRE LOBO o MADRID AL DESNUDO. Siempre al lado de Paul Naschy, como si fueran un matrimonio.
En definitiva, correcta película, bien rodada, bien de ritmo, quizás más graciosa que terrorífica, pero en suma, muy, muy disfrutable.