
Y sí, lo de Edgar Allan Poe es una puta excusa (que en los créditos figura como Edgar AllEn Poe... ¿trifulcas legales acaso?), porque "Emparedada" no guarda ninguna relación con el supuesto relato que adapta, el de "The Premature Burial". En realidad tiene más puntos en común con "El Gato Negro". Primero porque todo el rato sale un gato negro (gñé!), y segundo porque, como dice el título, al asesino de esta peli le va emparedar a sus víctimas. Estas son todas chicas malas salidas de un especie de psiquiátrico/residencia/correccional (que responde al poeniano nombre de Ravenscroft) cuya norma es aceptar únicamente a mozas de buen ver y mejor catar (y más si son ex-estrellas del porno en un intento de meterse -ja!- en eso del cine normal, como Ginger Lynn). Al lugar llega una profa nueva, muy guapa ella, que comienza a tener visiones en las que ve a un John Carradine hecho polvo en su última peli intentando salir de detrás de una pared. El jefe del lugar no es otro que "mister hachazo" Robert Vaughn. Y a sus servicios está un patético Donald Pleasence con peluquín y tirando a histriónico. Otros rostros más o menos conocidos son los de un joven Arnold Vosloo (futura "Momia") y William Butler (que hace el papel que siempre solía, noviete chulillo). Se trata de descubrir quien es el asesino y por qué mata (y salvo un crímen, poca sangre derrama), pero llegados a los 60 minutos de peli, ya ha dejado de interesarnos. El resto lo vemos porque, total, ya que estamos puestos, dejamos que termine.
Aburrida, sosa, de ver-y-olvidar... en definitiva, muy de los 90.