domingo, 19 de febrero de 2012

LAS TRES CARAS DEL MIEDO

Todos conocemos de sobras el estatus del realizador italiano Mario Bava. Es el absoluto maestro del terror en su tierra. Y sigue siéndolo hoy día, a pesar de llevar enterrado un buen montón de años. Dario Argento, que tomó buena nota de su trabajo, vendría después. A Lamberto Bava ni me lo menciones. El caso es que Mario Bava hizo grandes cosas por mi género favorito, no lo pongo en duda, pero para nada convertía en oro todo lo que tocaba. En realidad, creo que su fama es un tanto exagerada. También hizo mierda... y sí, incluso en sus más purulentos excrementos habían sutiles destellos de genialidad, eso es cierto, pero para nada su obra completa se puede tildar de ejemplar. Hay grandes títulos ("La máscara del demonio", "Terror en el espacio"), cosas simpáticas ("Diabolik"), cosas mediocres ("Gli orrori del castello di Norimberga", "Un hacha para la luna de miel"), cosas aburridas aunque pioneras ("Bahía de sangre") y tochitos considerables ("Shock").
"Las tres caras de miedo" es uno de sus films más populares, y un auténtico muestrario de las capacidades e incapacidades de Bava. Al ser una peli de episodios, en concreto tres, vemos tres modos bien distintos de hacer a tres niveles muy diferenciados. La primera historia es la de una tia acosada vía telefono por un supuesto psicópata, en realidad su ex-novia lesbiana que quiere recuperarla. Al final resulta que sí habrá psicópata de verdad. Vale, esta es la peor del pack, la más plana, aburrida, sosa y carente de interés o cualquier tipo de suspense. Su poso pseudo-erótico lesbiánico es lo que ha calado en muchos críticos que la ponen en las nubes, pero yo no solo no soy crítico, sino que tampoco me dejo impresionar por semejantes muestras de morbo añejo y trasnochado.
La siguiente historia cuenta con protagonismo absoluto de Boris Karloff, que también hace de "host" al anodino inicio del film y al ingenioso final. Esta va de vampiros, tiene una ambientación cojonuda, una atmósfera solvente, un arranque inquietante y alguna buena idea suelta... pero en su clasicismo acaba aburriendo y tornándose algo casi folletinesco. Narra los avatares de un abuelete que llega al hogar familiar y se comporta raro, tanto que por la noche se larga con el retoño y le chupa la sangre, lo que desencadenará más drama.
Llegados a estas alturas te dices "Joder, ¿y por qué tengo yo esta peli en dvd si no me mola nada?". Buena pregunta, y la respuesta es bien sencilla: por "La gota de agua", la última historia. Una auténtica obra maestra en sí misma. O una obra de arte. El mejor Mario Bava condensado en... no se, ¿20 minutos?. La verdad es que no es esta una apreciación exclusivamente mía, para algo "La gota de agua" es lo más famoso de "Las tres caras del miedo" y, también, uno de los títulos de cabecera de su realizador. En ella, una enfermera acude en plena noche tormentosa a casa de una medium que ha muerto durante una sesión, dejándole grabada una mueca terrorífica en la cara. El fin de la visita es vestirla y prepararla para el velatorio o lo que sea, pero en plena faena se fija en un jugoso anillo que lleva la muerta, y se lo roba. ¡¡Maaaala idea!!. ¿Qué puedo decir de esta pequeña maravilla?, su ambientación, su tremenda atmósfera opresiva, la estupenda utilización de colores primarios para iluminar, el tremendo suspense, la banda sonora minimalista, los sonidos escalofriantes, el tempo calmado y absolutamente efectivo en su cometido, los gatos maulladores de la gótica mansión de la medium, el gramófono que se detiene lentamente, la luz parpadeante que entra por la ventana.... y claro está, el cadaver, su terrible aspecto, su aparición en casa de la ladrona y esa imagen que pasará a la historia, la del fantasma vengador deslizándose en dirección a su víctima mientras eleva los brazos lentamente. Pura pesadilla de la que tomó buena nota James Wan. Algo de esa vieja aterradora puede verse en "Insidious", pero de modo mucho más evidente en "Dead Silence" (donde, literalmente, "se mueve" igual que en la peli de Bava). La primera vez que vi "La gota de agua" estaba solo, y me cagué de miedo. Ayer noche no me cagué tanto, pero me sigue resultando fascinantemente inquietante y digna de museo.
Es por ese motivo que "Las tres cara del miedo" está en mi colección de dvds, y debería estar en la tuya. "La gota de agua" es puro cine de miedo en su máximo exponente, perfecto, ideal, redondo.