La secuela de El Mariachi, Desperado, puede verse
perfectamente sin tener que haber visto la anterior película. Para la producción
no tuvo que hacer ensayos clínicos en su cuerpo como con la primera, aquí
Robert Rodríguez ya había conseguido cierto reconocimiento y por lo tanto
mecenas que pusieran el dinero por él. Además las amistades de Rodríguez no
solo le apoyaron, sino que incluso trabajaron en el filme, véase Tarantino,
Buscemi, Cheech Marin… Como protagonista, Antonio Banderas en su mejor momento,
y como chica de la función una exuberante Salma Hayek, a la que se le ven ese
pedazo de par de pechos que se gasta la mujer.
La película empieza con una introducción genial, un hombre
visiblemente nervioso entra en un bar de mala muerte. Allí relata a los
asistentes su encuentro en un bar de otro pueblo con un mariachi que arrasa el
local buscando información sobre Bucho (el malo de la primera película) La
escena que cuenta la vamos viendo, pero en ningún momento podrá intuirse la
cara del mariachi, otorgándole un halo de misterio y también de cuento o exageración
del narrador. Una vez acabada la historia todo el bar suda tinta china, y así
se planta la semilla de que algo duro va a pasar. El mariachi busca venganza,
quiere acabar con Bucho, y sus investigaciones le han llevado a ese pueblo. Allí
conocerá a una estupenda mujer (y ciertamente esta estupendísima) que le servirá
de refugio al guerrero en su momento más bajo (joder que bonito me ha quedado,
coño) Poco más hay para contar, ya que la película es tiroteo tras tiroteo,
tras escena de sexo muy agradecida, para tener otro tiroteo y un clímax final
donde las fundas de guitarra son más de lo que parece, muchísimo más. Si a esto
le aderezas con algunos toques de humor negro y un poquito de humor chusco (el
chiste de Tarantino es muy gracioso, pero bastante viejo, gana por la interpretación
y las caras de Cheech Marin, el barman) y luego en las escenas de acción metes
cosas exageradísimas como cuando salta de espaldas de un edifico a otro, con
una diferencia notable de altura y cae como si nada, pues tenemos una película de
acción de las que no te cansas de ver una y otra vez.