Se conoce a esta película por su titulo original, The Raid,
más que por el puesto en nuestro país. Y es que bastante antes de que se
estrenara, ya nos habían inundado de videos e imágenes, además el boca a oreja
también hizo mucha promoción, y quien más o quien menos algo había oído de esta
película. Su director es un desconocido, hasta ahora, Gareth Evans, que afincado en Indonesia, ha
rodado ya 4 películas (la última en post-producción y con el mismo protagonista
de este film) Antes de verla, ya conocía su argumento, y me habían comentado
que tiene ciertos parecidos con Dredd, como aun no he visto la del Juez (si, lo
sé, no tengo perdón de dios, pero comprenderme, tengo una hija, pequeña, que no
para quieta) pues lo único con lo que la enlazo es que la acción transcurre
dentro de un edificio controlado por un jefe mafioso. También tiene parecidos
con Asalto a la comisaría del distrito 13, y si seguimos buscando encontraremos
más y más películas con un punto de origen similar, pero lo interesante de esta
cinta es que si se hubiera titulado “Hondonadas de Hostias”, la definiría perfectamente,
porque otra cosa no pero hostias, como panes señores, como panes.
Un edificio de 30 plantas está controlado por un mafioso de
mucho cuidado, pero no un mafioso de esos guays con puro en la boca y copa de
bourbon en la mano, no, este es de los de camiseta de tirantes sin lavar desde
hace días, pelo sucio y enmarañado y muy mala leche. El edificio además de por algún
que otro vecino normal (en la película solo se ve a uno y su mujer) los
residentes son delincuentes buscados que pagan un dinero por vivir allí bajo la
protección del jefe de aquello. Pero una mañana, a primera hora, un grupo de
asalto especial, comienza una operación para limpiar el local y acabar con el
jefe criminal, ojo que no dicen nada de detenerlo, directamente cargárselo. Entre
los agentes esta Rama (Iko Uwais) un joven que esta esperado a ser padre y que
tiene una motivación oculta para entrar en el edificio, además de hacer su
trabajo. Al poco de entrar son descubiertos por los delincuentes, y la unidad
queda drásticamente reducida a su mínima expresión. Los pocos agentes que
quedan se las veras y desearan para escapar de allí, ya que todo el edificio está
controlado por cámaras, por lo que escapar no será tan fácil como salir por la
puerta.
Como veis el argumento es más o menos simplón (con alguna
sorpresa que no desvelo), pero es que lo verdaderamente interesante del filme
son sus escenas de lucha. Por lo que vi en los extras del DVD, utilizan varias
artes marciales siendo el Silat a la que mas uso dan. Este arte marcial es
natural de Indonesia, el país productor del filme y donde transcurre la acción.
Para que os hagáis una idea, es similar al Muay Thai con codazos y rodillazos
por doquier. Con estas técnicas, y las coreografías, veremos peleas bestiales
que utilizan el entorno, véase lanzar a un tio por una ventana, golpearlo (repetidas
veces) contra la pared o lanzarlo por el hueco de la escalera para que se parta
la espalda con la barandilla del piso inferior. Lo dicho, hondonadas de hostias
por todos lados. Pero no todo son patadas y codazos, también utilizan armas, al
menos al principio, y no se cortan con los tiros a quemarropa en toda la cara
en mitad de una pelea a puñetazos. Y para rematarlo todo, vemos la acción sin ningún
problema, la cámara se mueve perfectamente para que podamos verlo todo y no
perder detalle, miedo me daría que esta película la hubiera firmado Michael
Bay. Decir también que el coreógrafo es el actor Yayan Ruhian, que en la película
interpreta a Perro loco, para los que la hayáis visto, el tio bajito de pelo
largo y muy mala leche. Esta película ha puesto a Evans, en el punto de mira
internacional, habrá que esperar con ganas su próximo proyecto. Para acabar un
dato que puede que a alguien le llame la atención, a mi no, su banda sonora
esta realizada por uno de los integrantes de Linking Park, que por escenas no
queda mal pero por otras parece que algún cani este en el parking con el volumen
del coche a tope. La peli mola.