Hace poco comentaba el comic Epic Kill y como su acto final
desmerecía todo el trabajo hecho hasta ese momento, pues con El rey del espino
pasa otro tanto. En este caso, es un anime adaptado de un manga, así que podría
ser que la presión de las fechas de entrega al autor contribuyeran
(suposiciones mías) o que por querer sorprender, el final sea lioso, mal
explicado y con excesivos giros de guion que acaban aburriendo hasta a las
moscas.
El autor del manga es Yuki Iwahara, la producción del anime
es del estudio Sunrise Inc. (Cowboy Bebop) y el director Kazuyoshi Katayama
(Appleseed) Editada el año 2009 y que en nuestro país llego como King of Thorn:
El rey del espino, o como El Rey Espino, o solo El Rey del Espino. Y es curioso
porque no hay Rey que valga, en todo caso sería una Reina. Vamos a meternos en
el fregado del argumento, a ver si puedo hacerlo sin cagarme/cargarme en/el
argumento.
En un futuro cercano (para la fecha en la que se hizo la
película, porque se desarrolla en el 2013) un virus parasitario llamado Medusa está
haciendo estragos en la población mundial. Es ya una pandemia que puede acabar
con la raza humana. El virus recibe el
nombre del ser mitológico porque los músculos y la carne del infectado se
convierten en piedra. No hay cura posible, asi que el caos se desata por todo
el globo. La misteriosa empresa Vega Gate Corp. decide mostrar al mundo uno de
sus proyectos secretos, el de la criogenización. En un castillo tienen la máquina
capaz de mantener a 160 sujetos que se elegirán al azar, en sueño suspendido,
de esta forma no avanzara la enfermedad, y en un futuro cuando ya tengan la
cura de Medusa se les despertara. Como la pandemia es inminente, todas las instalaciones
están controladas por una IA llamada Alice que será la que se encargue de
cuidar de los sujetos y administrarles la cura cuando sea posible. Estas instalaciones
pueden aguantar 100 años funcionando solas si es necesario.
Cuando los protagonistas despiertan se encuentran el castillo
lleno de espinos gigantescos y monstruos salidos de un videojuego (aunque al principio
no crean al chaval que así lo apunta) De los 160 sujetos, nada mas despertar y
tras el ataque de unas extrañas aves, quedan siete. A los dos minutos ya son
seis, y luego ya más paulatinamente el grupo irá perdiendo miembros. Entre los
destacados se encuentra Kasume, una joven con un pasado traumático y una hermana
gemela que quedo fuera del experimento, un chavalín adicto a los videojuegos,
un policía, un preso, y una mujer que va narrando el cuento de La Bella
Durmiente, el cual es un reflejo de lo que les está ocurriendo.
Estos son los elementos que tenemos, una empresa misteriosa,
un oscuro experimento basado en los sueños, y una inteligencia artificial. Si
los mezclamos y los pasamos por el tamiz del terror y la ciencia ficción, nos
da algo que más o menos iremos adivinando y que no está alejado de una serie B
cualquiera de Mad Doctors o inteligencias artificiales que se vuelven locas
(solo que si y no) Quizá por ser demasiado previsible, el autor da unos enormes
giros de guion, algunos que se ven venir, otros simplemente son rizar el rizo
para intentar sacarnos un “¿Pero que cojones?”
La película no estaría mal si no fuera porque se exceden con
los flashbacks, los giros de guion y al final lo explican todo bastante
mal. Una lástima, porque la cosa empieza
bastante bien pero se malogra por intentar sorprender al espectador.