lunes, 22 de febrero de 2016

SI ME ENFADO...

Ya hemos hablado de Paul Smith en otras ocasiones diciendo prácticamente lo que voy a decir aquí, así que no me extenderé mucho.
Paul Smith  actor estadounidense que un buen día viajó hasta Israel para hacer un papel en la película “Exodo”, hizo muy buenas migas con ese país. Tanto que se quedó alli. Iba viajando de aquí para allá por motivos políticos y laborales, haciendo pelis en Alemania, USA y demás, pero fijó su residencia el Tel Aviv. Pronto, las películas de Bud Spencer y Terence Hill pegaron el pepinazo en medio mundo. Y como más o menos Paul –Lawrence- Smith se parecía un poco a Bud Spencer, a un productor sin escrúpulos Israelí, se le ocurrió hacer una película  explotando en, no tan notorio parecido. Así, este tenía que hacer ver que era Bud Spencer,  tenía que imitarlo y dar  mamporros a tuti plen en esa película. Esa película se tituló “Fishke Bemilu’im” y se convirtió en un éxito mayor que cualquiera de las verdaderas películas de Bud Spencer, a menos en Israel,  por lo que se quedó allí como clon oficial del actor Italiano, si bien era cierto que el público en realidad pensaba que era el verdadero Bud Spencer. Y gracias a esto, Paul hizo películas como clon de Spencer en Italia y Alemania tan ricamente. Lo mejor de todo es que gracias a su popularidad, y a que era estadounidense, en los años ochenta pudo volver a su país a hacer cine mainstream. Pero claro, allí no era una estrella. En Israel si, y como su mujer, familia y amigos eran de allí, pronto volvió al país que le había tratado tan bien y se fue a pasar sus últimos años de vida al país del que llevamos un rato hablando (dije que no me extendería… en fin, ya saben como va esto). Y  todo esto gracias a la película “Fishke Bemilu’im” que en su edición en vídeo en nuestro país se tituló “Si me enfado… lo rompo todo” y que tras mucho buscar, por fin pude encontrar, más que nada porque alguien tuvo la bondad de colgar en la red un montaje de aquellos.
Y claro, como era de suponer, en nuestro país, la gente picába con la película. Y muchos tampoco distinguían al original del clon.
Yo en aquella época era  más o menos fan de Spencer/Hill, la edad era la idónea ya que era yo muy niño y de la misma manera que les digo que en su momento piqué con la estafa videoclubera que era la película “Otra Loca Academia de Policía” (remítoles al pest seller), también les digo que, a pesar de lo tuneadísima que estaba esta carátula para que Smith pareciera Bud Spencer, cuando examiné la misma siendo infante con el fin de alquilarla, desistí porque me parecieron nombres muy extraños los que en la carátula aparecían, y no veía  el nombre de Bud Spencer por ningún lado. Así que, tonto de mí, nunca la alquilé… de hecho todo el interés por los clones me vino ya de más mayor, cuando desarrollé cierta (odio llamarlo así) cinefágia.
¿La película? Es lo de menos, lo bueno es la historia que hay detrás. Pero como además esta ya la sabían porque la he contado más veces en este blog, que menos que comentarla aunque sea por encima.
Dos amigos de los campos de trabajo Israelíes, deciden asociarse e ir a buscar trabajo a Tel Aviv, con el fin de salir un poco de la miseria que arrastran. Una vez en la ciudad tendrán que usar sus puños para salir de las dispares situaciones que vivirán, ya sean estas acudir a fiestas de disfraces donde un grupo de funk autóctono se canta canciones horrorosas enteras sin que la cámara cambie de plano ni una vez,  ya sea Paul Smith seducido por un homosexual, que más que seducir, acosa con el clásico “no sabes lo que te pierdes”.
Pues además de lo bizarra que resulta, lo exótica y el hecho de que los homosexuales son retratados en esta película como seres casi diabólicos –uno de los malos es homosexual y resentido- o que las peleas, tratando de imitar las de Spencer/Hill, acaban siendo una cosa extrañísima y hasta violenta porque hay moratones y sangre (cosa que en las de Spencer/Hill, no), lo cierto es que, siendo mala como es –y ha de ser- la película es condenadamente entretenida, lo que resulta ser un valor en alza si además añadimos todo lo demás que he dicho antes. Así que si, merece la pena verla también, aunque no haya mucho más que contar. ¿Les parece poco?