I HAD A BLOODY GOOD TIME AT HOUSE HARKER : Me puse a ver "I had a bloody good time at House Harker" (titulada "Pasándolo de coña en la Casa Harker" en España) sin muchas esperanzas. Eso de mezclar terror y comedia no me acaba de funcionar. Pero fíjate que a medida que la consumía, la puñetera se me iba ganando. Y es que de entrada la cosa tiene su gracejo. Los descendientes de un cazavampiros intentan convertir su mansión en una atracción turística por aquello de sacar unas perras, pero no lo consiguen. De hecho, nadie en el pueblo les soporta. Un día, y por puro accidente, se encuentran con un cadáver entre las manos. Aconsejados por un ex-cura especializado en temas sobrenaturales, deciden hacer creer que se trata de la víctima de un vampiro y, así, ganar popularidad y dinero. Pero da la casualidad que un chupasangre genuino aparece en pleno movidón, lo que ocasionará no pocos enredos y, era inevitable, un generoso baño de sangre final.
Y es ese el momento en que la peli pega un leve bajón tras varios minutos de simpática, dinámica e inspirada comedia. Cuando se adentra en la parte más "de terror", su deuda con "Shaun of the dead" y el clímax de "Braindead" se hace evidente. Todo se vuelve algo más previsible y menos divertido.Aún así, debo reconocer que, en general, la cosa se aguanta bien y entretiene un ratillo.
PLEDGE : Tres inadaptados se pirran por entrar a formar parte de una fraternidad universitaria, beber mucho y liarse con chicas guapas. Tan desesperados están, que aceptan la invitación para acudir a una misteriosa fiesta celebrada en una victoriana mansión en medio del bosque. Allí serán tratados como uno más, besarán a hermosas doncellas, se pondrán hasta el culo y bailarán durante toda la noche. Al día siguiente les animan a volver para participar en la iniciación y formar parte del selecto club. Sin embargo, las cosas no serán tan divertidas como se prometen. Muy al contrario, los chavales se disponen a pasar por un infierno en el que correrá la sangre.
Buenas interpretaciones, un acabado eficiente y un ritmo más que dinámico hacen de "Pledge" una pequeña película tan emocionante como entretenida e intensa. Las secuencias de "tortura" logran alterarte los nervios y el desenlace lo corona un giro la mar de bien pensado. Empatizas con los personajes buenos y detestas a los malos. Encima, solo dura 77 maravillosos minutos. ¿Se puede pedir más?. Pues no.
El director, Daniel Robbins, dispone de un par de películas previas que desconocía por completo, destacando una epopeya de hombres lobo titulada "Uncage" donde vemos a varios de los actores de "Pledge". Justamente uno de estos, el que más pinta de "friki" gasta, Zack Weiner, es el responsable del guion. Bien por él.
Habrá que estar al tanto de lo que esta peña haga a continuación.
Muy recomendable.